Zacarías

Zechariah
 
El alcance y el punto de vista de Zacarías
Zacarías está más ocupado que cualquiera de los otros dos profetas posteriores al cautiverio con los reinos gentiles bajo cuyo yugo fueron colocados los judíos, y con el establecimiento en su perfección del glorioso sistema que debía acompañar la presencia del Mesías; y, por otro lado, con el rechazo de ese Mesías por el remanente que había regresado del cautiverio; con el estado de miseria e incredulidad en el que quedaría el pueblo, y por el cual finalmente sería caracterizado abiertamente; y, finalmente, con los últimos ataques de los enemigos de Jehová contra Israel, y especialmente los dirigidos contra Jerusalén. Él anuncia la destrucción de estos enemigos por el juicio de Dios, y la gloria y santidad del pueblo después de su liberación por el brazo de Jehová, quien de ahora en adelante reinaría y sería glorificado en toda la tierra. Es la historia completa de Israel, y de los gentiles en relación con Israel, desde el cautiverio hasta el fin, en lo que respecta a Jerusalén, cuya restauración ocupa especialmente al profeta. Porque si la casa era el objeto principal en Hageo, Jerusalén es el punto central en Zacarías; aunque en el curso de la profecía el templo, y aún más el Mesías, tienen el lugar más prominente en la escena.
Las fechas del post-cautiverio
La fecha de la profecía de Zacarías es casi la misma que la de las profecías de Hageo. Hay dos en Zacarías, además de la de la introducción; en Hageo, cuatro. La primera cita en Zacarías es sólo un mes o dos antes de las dos últimas en Hageo, que fueron dadas el mismo día. En la fecha de la segunda profecía en Zacarías (cap. 7) el templo no estaba terminado en su totalidad, sino lo suficiente como para servir como lugar de adoración, aunque la dedicación aún no se había celebrado.