Jeremías 21-23

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La respuesta justa de Dios a Sedequías; el Pastor según su propio corazón
Con motivo de la petición de Sedequías a Jeremías de saber si el Señor interferiría en favor del pueblo contra Nabucodonosor, el Espíritu de Dios ha reunido los testimonios que se dieron con respecto a todos los miembros de la familia de David que presidían, por así decirlo, la ruina de Jerusalén-Joacaz (cap. 22:10), Joacim (vss. 13-19), Jeconías (vss. 20-30). El juicio de Sedequías había sido pronunciado (cap. 21); y después de haber declarado, como hemos visto, que la puerta siempre estaba abierta al arrepentimiento, y que la bendición siempre acompañaba a un caminar piadoso (cap. 21:12; 22:1-5), el juicio se pronuncia de nuevo, y una sentencia de Dios sobre los diferentes reyes. Finalmente, (cap. 23) la expresión de la indignación de Jehová contra estos pastores malvados da lugar a la declaración de que Él levantará un Pastor conforme a Su propio corazón, es decir, el verdadero Hijo de David, el Mesías. La justa indignación y el juicio de Dios se expresan en los términos más enérgicos.