Zacarías 10

Zechariah 10
 
Ambas casas de Israel usadas para reducir a los gentiles
En Zacarías 10 se muestra cómo Dios hará uso de Judá y Efraín en ese día. Él luchará no sólo por ellos, sino en y por ellos. Es un gran error suponer que todo será logrado por Jehová solo. Hay un juicio que Él ejecutará sobre Su aparición desde el cielo, en el cual los judíos no pueden tener parte alguna, a saber, la destrucción de la bestia y el falso profeta, con la flor del rango y poder del Imperio Romano revivido. Así, las potencias occidentales serán completamente aplastadas por el Señor que viene en juicio del cielo. Después de eso, Él usará tanto a Judá como a Efraín, como vemos aquí, para tratar con otros gentiles refractarios. “Cuando he doblado a Judá por mí, llenado el arco con Efraín, y levantado a tus hijos, oh Sión” (Zac. 9:13); y así Él dice además: “De él salió la esquina, de él el clavo, de él el arco de batalla, de él todos los opresores juntos” (vs. 4). Eso muestra claramente el significado. “Y serán como hombres poderosos, que pisan a sus enemigos en el fango de las calles en la batalla, y lucharán” (vs. 5).
Dos ataques contra Jerusalén
Pero este juicio no es una descripción del imperio y su perdición, con la de sus adherentes. Las potencias occidentales habrán profundizado en el mal y deben ir en consecuencia. Habiendo disfrutado de privilegios sin precedentes, finalmente los convertirán en la impiedad y la anarquía más audaces, junto con el más alto orgullo; y así el Señor se reserva el golpe a sí mismo. Cuando el último asirio se encuentre con la tierra, encontrará a las dos tribus allí; y tal vez en la última ocasión (porque hay dos ataques contra la ciudad de Jerusalén en el futuro) Israel puede estar allí también, como encontraremos más adelante en esta profecía. Lo mismo, creo, aparece en Isaías 28-29. Podemos entender fácilmente el rebaño de Efraín entre los dos asaltos. Esta es la principal pregunta que podría plantearse. El Señor aquí promete fortalecer la casa de Judá y salvar la casa de José. Lo más evidente, por lo tanto, es la futura reunión de toda la nación, el “todo Israel” lo que debe ser salvado. “Silbaré por ellos, y los recogeré; porque yo los he redimido, y aumentarán como han aumentado. Y los sembraré entre el pueblo, y me recordarán en países lejanos; y vivirán con sus hijos, y se volverán de nuevo. Los traeré de nuevo también de la tierra de Egipto, y los recogeré de Asiria” (vss. 8-10). No es un mero remanente que regresa de Babilonia, sino una reunión completa de la gente de todos los sectores, teniendo en cuenta el norte y el sur más particularmente, y especificándolos aquí. Entonces Jehová sumariamente menosprecia el orgullo y el poder de todos sus enemigos. “Y los fortaleceré en Jehová; y andarán arriba y abajo en su nombre, dice Jehová” (vs. 12).