Oseas 8

Hosea 8
 
El lenguaje de la figura y el símbolo
En consecuencia, en Oseas 8, Jehová advierte en voz alta del juicio implacable. “Pon la trompeta en tu boca. Él vendrá como un águila contra la casa de Jehová” (vs. 1). Son las mismas figuras usadas por nuestro Señor en Mateo 24, donde se habla a los discípulos del fuerte sonido de la trompeta y de las águilas reunidas al final de esta era. La trompeta es claramente el anuncio del propósito de Dios en cualquier caso dado. Aquí está el sonido del juicio inminente, como en las profecías posteriores del Señor asegura que ha llegado el momento de reunir a los judíos dispersos, o más bien a Israel. Las águilas son una figura de los instrumentos de venganza divina que seguramente y rápidamente llegan a su presa. Solo me refiero a ambos ahora para ilustrar la sorprendente unidad de las Escrituras y mostrar cómo el empleo de figuras de principio a fin está gobernado por la perfecta sabiduría de Dios. Esto no es una ayuda despreciable para la interpretación; Porque si los profetas sólo hubieran empleado cada uno sus propias frases peculiares, habría sido incomparablemente más difícil entender las Escrituras. Tal como está, hay un lenguaje definido de símbolo usado a través de la Biblia; Y cuando lo has tomado en un lugar, permanece para su uso en otro, y así se convierte en un medio para ayudarnos a través de lo que de otro modo resultaría más difícil. Pero es bueno recordar que en profundidad el Nuevo Testamento supera al Antiguo; y aunque muchos se quejan de las dificultades en hebreo, no son de la misma naturaleza, sino que se deben principalmente a una diferencia de relación.
Israel entre los gentiles
“A mí clamarán: Dios mío, nosotros [Israel] te conocemos”. No era más que confesión de labios. “Israel ha desechado el bien; el enemigo lo perseguirá. Han establecido reyes, pero no por mí: han hecho príncipes y yo no lo sabía: de su plata y su oro los han hecho ídolos para que sean desechados. Tu becerro, oh Samaria, te ha echado; Mi ira se enciende contra ellos: ¿cuánto tiempo pasará antes de que alcancen la pureza? Porque de Israel también lo fue: el obrero lo hizo; por lo tanto, no es Dios, sino que el becerro de Samaria será partido en pedazos. Porque han sembrado el viento, y cosecharán el torbellino: no tiene tallo; el brote no producirá comida; si es así, cede, los extraños se lo tragarán. Israel es tragado: ahora estarán entre los gentiles como un vaso en el que no hay placer” (vss. 3-8).
El profeta en espíritu ve al pueblo ya cautivo, pero no extinguido, entre los gentiles, pero nunca se une como otros, completamente despreciado como ninguno lo fue, pero sobreviviendo a toda crueldad y vergüenza hasta el día de hoy. “Porque se han ido a Asiria, un salvaje solo por sí mismo: Efraín ha contratado amantes. sí, porque contratan entre las naciones, ahora los reuniré, y en poco se lamentarán por la carga del rey de príncipes” (vss. 9-10). Esta fue una gran ofensa con Dios, a quien abandonaron y olvidaron; de lo contrario, ciertamente Él había aparecido para su liberación como lo hizo para Judá. Buscaron el refugio de Asiria, y allí deberían ser llevados avergonzados. “Porque Efraín ha hecho muchos altares para pecar, muchos altares serán para él para pecar” (v. 10). Esta fue su otra gran transgresión; el padre del mal y la tristeza fructíferos. “Le he escrito las grandes cosas de Mi ley: fueron contadas como algo extraño. Sacrifican carne por los sacrificios de Mis ofrendas, y la comen: Jehová no las acepta; ahora recordará su iniquidad, y visitará sus pecados: volverán a Egipto. Porque Israel se ha olvidado de su Hacedor, y edifica templos; y Judá ha multiplicado ciudades cercadas; pero enviaré fuego sobre sus ciudades, y devorará sus palacios» (v.12-14). Por lo tanto, puede haber una diferencia en el grado de partida. Israel había abandonado al Dios verdadero, Judá confiaba en sus ciudades fortificadas; pero el juicio probaría que Dios no es indiferente en ninguno de los dos casos a su propia deshonra. La denuncia aquí es demasiado clara para pedir una explicación.