Oseas 14

Hosea 14
 
el reconocimiento de la iniquidad por parte de Israel; su refugio; La conciencia gozosa de la bendición
Es esta última obra la que encontramos en el capítulo 14 del profeta. Israel, volviendo a Jehová, reconoce su iniquidad y se dirige a la gracia de su Dios. Sólo así podía rendirle adoración aceptable. Su corazón, instruido ahora y limpiado, rechaza la ayuda de Asur, a quien había buscado en su incredulidad, cuando rechazó a su Dios que escudriñó sus caminos; Ya no se apoyará en un brazo de carne, ni en la fuerza carnal, y desechará a los falsos dioses a quienes había doblado la rodilla. Su refugio debe estar con Aquel en quien los huérfanos encuentran misericordia. Dios, por lo tanto, que solo esperaba el regreso de Su pueblo (un retorno que Él había obrado en sus corazones por Su gracia, cuando el castigo, necesario para Su gloria moral y para el bien del pueblo, terminó), Dios mismo sanaría su recaída; Él los amaría libremente. Su ira fue apartada de Su pueblo. Su bendición y gracia deben ser como el rocío para ellos. La fertilidad y la belleza divinas deben ser vistas de nuevo en Israel, Su pueblo.
En el versículo 8 yo diría así: “Efraín [dirá]: ¿Qué tengo que ver con los ídolos?” Jehová dice: “Lo he oído y lo he observado”. Entonces Efraín: “Soy como un abeto verde”. Y Jehová responde: “De mí se halla tu fruto”. Hay arrepentimiento, que Jehová reconoce; y la gozosa conciencia de bendición, que Dios hace sentir, procede de sí mismo, quien la asegura y la aumenta. El último versículo nos enseña lo que ya nos hemos esforzado por señalar, a saber, que esta historia da a conocer los caminos de Dios, que los sabios, divinamente enseñados de corazón, comprenderán fácilmente. “Porque los caminos de Jehová son rectos”. Su camino de acción es recto, por grande que sea Su misericordia. Los justos, sostenidos y ayudados por la fuerza de Dios, pueden caminar allí; pero los transgresores, a través del mismo poder que está presente, caerán en él.
De hecho, no hay profeta que dé los tratos de Dios, como un todo, tan completamente como Oseas.