Dicha grande (#820)

 
Dicha grande es la del hombre, cuyas sendas rectas son;
Lejos de los pecadores, lejos de la tentación.
A los malos consejeros deja, porque teme el mal;
Huye de la burladora gente impía e inmoral.
Antes en la ley divina cifra su mayor placer,
Meditando día y noche en su divinal saber.
Éste, como el árbol verde, bien regado y en sazón,
Frutos abundantes rinde y hojas que perennes son.
Cuanto emprende es prosperado, duradero le es el bien;
Muy diversos resultados sacan los que nada creen;
Pues los lanza como el tamo que el ciclón arrebató,
De pasiones remolino que a millones destruyó.
En el juicio ningún malo por lo tanto se alzará:
Entre justos congregados insensatos nunca habrá:
Porque Dios la vía mira por la cual los suyos van;
Otra es la de los impíos: al infierno bajarán.