Cordero celestial (#825)

 
Jesús tomó las culpas nuestras, todas,
Cordero El santo y celestial de Dios;
Con su preciosa sangre ya borrólas:
No queda ni una sola mancha atroz.
Jesús, que nunca “conoció pecado,”
“Pecado fue hecho” por el santo Dios,
Y “en Él, de Dios justicia hechos” somos,
“¡Condena no hay!”, clamamos a una voz.
Jesús conoce el hambre en nuestras almas,
Las sacia de su rica plenitud;
También Él sana las dolencias nuestras —
Fiel Médico y Pastor de gran virtud;
Jesús, a quien contamos nuestras penas
Que nos afligen tanto el corazón:
Cuán tierno, Él nos alivia de ellas, todas,
Nos muestra su divina compasión.
¡Jesús!, ¡oh! amamos ese dulce Nombre
De incomparable y divinal valor,
Que aromatiza cual olor fragante
Al orbe entero — ¡Nombre de amor!
¡Jesús!, estar con Él ya desëamos,
Con redimidas huestes del Señor
Su loor por siempre en paz alzar, gozosos,
Un dulce canto eterno en su honor.
Traducción ©1965 Messages of God's Love Multilingual. Todos derechos reservados. Usado con permiso.