¡Poderoso navegante! (#170)

 
¡Qué barco era ése!, ¡qué nave hermosa!,
Bogando sobre la mar
Alegremente, tendiendo vela …
¡Qué grato así navegar!
El sol bajaba al poniente ya,
Pronto iba el barco a arribar;
La gente a bordo, bien animada,
Pensaba en paz llegar.
Mas, de repente azotólo un viento;
De rumbo lo hizo virar;
Nublado el cielo el mar turbulento,
¿Qué espera cabe abrigar?
Salvo Uno, todos con gran temor
Hundidos se vieron, mas
Jesús dormía con su cabeza
Sobre un cabezal, en paz.
“¡Oh sálvanos, que ya perecemos!”,
Gritaron y Él les oyó;
Dijo: “Enmudece,” increpó a los vientos,
Y luego el mar se aquietó.
Tornóse en calma la tempestad,
Cual lago el mar pareció;
Le obedecieron los vendavales,
Y todo en paz se cambió.
De asombro llenos … también nosotros,
Podemos aún preguntar:
“¿Quién es ese hombre?” ¡De Dios es Hijo!
Pues calma el viento y mar.
Sabemos bien que fue el Salvador —
¡Qué amigo y gran protector! —
Pues su cuidado, de los confiados
En Él, siempre es el de amor.
Traducción y música arreglada ©1965 Messages of God's Love Multilingual. Todos derechos reservados. Usado con permiso.