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Hebrews 11

He. 11:34 KJV (With Strong’s)

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34
Quenched
sbennumi (Greek #4570)
to extinguish (literally or figuratively)
KJV usage: go out, quench.
Pronounce: sben'-noo-mee
Origin: a prolonged form of an apparently primary verb
the violence
dunamis (Greek #1411)
force (literally or figuratively); specially, miraculous power (usually by implication, a miracle itself)
KJV usage: ability, abundance, meaning, might(-ily, -y, -y deed), (worker of) miracle(-s), power, strength, violence, mighty (wonderful) work.
Pronounce: doo'-nam-is
Origin: from 1410
of fire
pur (Greek #4442)
"fire" (literally or figuratively, specially, lightning)
KJV usage: fiery, fire.
Pronounce: poor
Origin: a primary word
r, escaped
pheugo (Greek #5343)
to run away (literally or figuratively); by implication, to shun; by analogy, to vanish
KJV usage: escape, flee (away).
Pronounce: fyoo'-go
Origin: apparently a primary verb
s the edge
stoma (Greek #4750)
the mouth (as if a gash in the face); by implication, language (and its relations); figuratively, an opening (in the earth); specially, the front or edge (of a weapon)
KJV usage: edge, face, mouth.
Pronounce: stom'-a
Origin: probably strengthened from a presumed derivative of the base of 5114
of the sword
machaira (Greek #3162)
a knife, i.e. dirk; figuratively, war, judicial punishment
KJV usage: sword.
Pronounce: makh'-ahee-rah
Origin: probably feminine of a presumed derivative of 3163
, out of
apo (Greek #575)
"off," i.e. away (from something near), in various senses (of place, time, or relation; literal or figurative)
KJV usage: (X here-)after, ago, at, because of, before, by (the space of), for(-th), from, in, (out) of, off, (up-)on(-ce), since, with. In composition (as a prefix) it usually denotes separation, departure, cessation, completion, reversal, etc.
Pronounce: apo'
Origin: a primary particle
weakness
astheneia (Greek #769)
feebleness (of mind or body); by implication, malady; morally, frailty
KJV usage: disease, infirmity, sickness, weakness.
Pronounce: as-then'-i-ah
Origin: from 772
were made strong
endunamoo (Greek #1743)
to empower
KJV usage: enable, (increase in) strength(-en), be (make) strong.
Pronounce: en-doo-nam-o'-o
Origin: from 1722 and 1412
, waxed
ginomai (Greek #1096)
to cause to be ("gen"-erate), i.e. (reflexively) to become (come into being), used with great latitude (literal, figurative, intensive, etc.)
KJV usage: arise, be assembled, be(-come, -fall, -have self), be brought (to pass), (be) come (to pass), continue, be divided, draw, be ended, fall, be finished, follow, be found, be fulfilled, + God forbid, grow, happen, have, be kept, be made, be married, be ordained to be, partake, pass, be performed, be published, require, seem, be showed, X soon as it was, sound, be taken, be turned, use, wax, will, would, be wrought.
Pronounce: ghin'-om-ahee
Origin: a prolongation and middle voice form of a primary verb
valiant
ischuros (Greek #2478)
forcible (literally or figuratively)
KJV usage: boisterous, mighty(-ier), powerful, strong(-er, man), valiant.
Pronounce: is-khoo-ros'
Origin: from 2479
in
en (Greek #1722)
"in," at, (up-)on, by, etc.
KJV usage: about, after, against, + almost, X altogether, among, X as, at, before, between, (here-)by (+ all means), for (... sake of), + give self wholly to, (here-)in(-to, -wardly), X mightily, (because) of, (up-)on, (open-)ly, X outwardly, one, X quickly, X shortly, (speedi-)ly, X that, X there(-in, -on), through(-out), (un-)to(-ward), under, when, where(-with), while, with(-in). Often used in compounds, with substantially the same import; rarely with verbs of motion, and then not to indicate direction, except (elliptically) by a separate (and different) preposition.
Pronounce: en
Origin: a primary preposition denoting (fixed) position (in place, time or state), and (by implication) instrumentality (medially or constructively), i.e. a relation of rest (intermediate between 1519 and 1537)
fight
polemos (Greek #4171)
warfare (literally or figuratively; a single encounter or a series)
KJV usage: battle, fight, war.
Pronounce: pol'-em-os
Origin: from πέλομαι (to bustle)
, turned to flight
klino (Greek #2827)
to slant or slope, i.e. incline or recline (literally or figuratively)
KJV usage: bow (down), be far spent, lay, turn to flight, wear away.
Pronounce: klee'-no
Origin: a primary verb
the armies
parembole (Greek #3925)
a throwing in beside (juxtaposition), i.e. (specially), battle-array, encampment or barracks (tower Antonia)
KJV usage: army, camp, castle.
Pronounce: par-em-bol-ay'
Origin: from a compound of 3844 and 1685
of the aliens
allotrios (Greek #245)
another's, i.e. not one's own; by extension foreign, not akin, hostile
KJV usage: alien, (an-)other (man's, men's), strange(-r).
Pronounce: al-lot'-ree-os
Origin: from 243
.

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Quenched.
Sal. 66:12• 12Hombres hiciste subir sobre nuestra cabeza; Entramos en fuego y en aguas, Y sacástenos á hartura. (Sal. 66:12)
;
Is. 43:2• 2Cuando pasares por las aguas, yo seré contigo; y por los ríos, no te anegarán. Cuando pasares por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. (Is. 43:2)
;
Dn. 3:19‑28• 19Entonces Nabucodonosor fué lleno de ira, y demudóse la figura de su rostro sobre Sadrach, Mesach, y Abed-nego: así habló, y ordenó que el horno se encendiese siete veces tanto de lo que cada vez solía.
20Y mandó á hombres muy vigorosos que tenía en su ejército, que atasen á Sadrach, Mesach, y Abed-nego, para echarlos en el horno de fuego ardiendo.
21Entonces estos varones fueron atados con sus mantos, y sus calzas, y sus turbantes, y sus vestidos, y fueron echados dentro del horno de fuego ardiendo.
22Y porque la palabra del rey daba priesa, y había procurado que se encendiese mucho, la llama del fuego mató á aquellos que habían alzado á Sadrach, Mesach, y Abed-nego.
23Y estos tres varones, Sadrach, Mesach, y Abed-nego, cayeron atados dentro del horno de fuego ardiendo.
24Entonces el rey Nabucodonosor se espantó, y levantóse apriesa, y habló, y dijo á los de su consejo: ¿No echaron tres varones atados dentro del fuego? Ellos respondieron y dijeron al rey: Es verdad, oh rey.
25Respondió él y dijo: He aquí que yo veo cuatro varones sueltos, que se pasean en medio del fuego, y ningún daño hay en ellos: y el parecer del cuarto es semejante á hijo de los dioses.
26Entonces Nabucodonosor se acercó á la puerta del horno de fuego ardiendo, y habló y dijo: Sadrach, Mesach, y Abed-nego, siervos del alto Dios, salid y venid. Entonces Sadrach, Mesach, y Abed-nego, salieron de en medio del fuego.
27Y juntáronse los grandes, los gobernadores, los capitanes, y los del consejo del rey, para mirar estos varones, como el fuego no se enseñoreó de sus cuerpos, ni cabello de sus cabezas fué quemado, ni sus ropas se mudaron, ni olor de fuego había pasado por ellos.
28Nabucodonosor habló y dijo: Bendito el Dios de ellos, de Sadrach, Mesach, y Abed-nego, que envió su ángel, y libró sus siervos que esperaron en él, y el mandamiento del rey mudaron, y entregaron sus cuerpos antes que sirviesen ni adorasen otro dios que su Dios.
(Dn. 3:19‑28)
;
1 P. 4:12• 12Carísimos, no os maravilléis cuando sois examinados por fuego, lo cual se hace para vuestra prueba, como si alguna cosa peregrina os aconteciese; (1 P. 4:12)
escaped.
1 S. 20:1• 1Y David huyó de Najoth que es en Rama, y vínose delante de Jonathán, y dijo: ¿Qué he hecho yo? ¿cuál es mi maldad, ó cuál mi pecado contra tu padre, que él busca mi vida? (1 S. 20:1)
;
2 S. 21:16‑17• 16En esto Isbi-benob, el cual era de los hijos del gigante, y el peso de cuya lanza era de trescientos siclos de metal, y tenía él ceñida una nueva espada, trató de herir á David:
17Mas Abisai hijo de Sarvia le socorrió, é hirió al Filisteo, y matólo. Entonces los hombres de David le juraron, diciendo: Nunca más de aquí adelante saldrás con nosotros á batalla, porque no apagues la lámpara de Israel.
(2 S. 21:16‑17)
;
1 R. 19:3• 3Viendo pues el peligro, levantóse y fuése por salvar su vida, y vino á Beer-seba, que es en Judá, y dejó allí su criado. (1 R. 19:3)
;
2 R. 6:16‑18,32• 16Y él le dijo: No hayas miedo: porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos.
17Y oró Eliseo, y dijo: Ruégote, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del mozo, y miró: y he aquí que el monte estaba lleno de gente de á caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo.
18Y luego que los Siros descendieron á él, oró Eliseo á Jehová, y dijo: Ruégote que hieras á esta gente con ceguedad. E hiriólos con ceguedad, conforme al dicho de Eliseo.
32Estaba á la sazón Eliseo sentado en su casa, y con él estaban sentados los ancianos: y el rey envió á él un hombre. Mas antes que el mensajero viniese á él, dijo él á los ancianos: ¿No habéis visto como este hijo del homicida me envía á quitar la cabeza? Mirad pues, y cuando viniere el mensajero, cerrad la puerta, é impedidle la entrada: ¿no viene tras él el ruido de los pies de su amo?
(2 R. 6:16‑18,32)
;
Job 5:20• 20En el hambre te redimirá de la muerte, Y en la guerra de las manos de la espada. (Job 5:20)
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Sal. 144:10• 10Tú, el que da salud á los reyes, El que redime á David su siervo de maligna espada. (Sal. 144:10)
;
Jer. 26:24• 24La mano empero de Ahicam hijo de Saphán era con Jeremías, porque no lo entregasen en las manos del pueblo para matarlo. (Jer. 26:24)
out of.
Jue. 7:19‑25• 19Llegó pues Gedeón, y los cien hombres que llevaba consigo, al principio del campo, á la entrada de la vela del medio, cuando acababan de renovar las centinelas; y tocaron las bocinas, y quebraron los cántaros que llevaban en sus manos:
20Y los tres escuadrones tocaron las bocinas, y quebrando los cántaros tomaron en las manos izquierdas las teas, y en las derechas los cuernos con que tañian, y dieron grita: La espada de Jehová y de Gedeón!
21Y estuviéronse en sus lugares en derredor del campo: y todo el campo fué alborotado, y huyeron gritando.
22Mas los trescientos tocaban las bocinas: y Jehová puso la espada de cada uno contra su compañero en todo el campo. Y el ejército huyó hasta Beth-sitta, hacia Cerera, y hasta el término de Abel-mehola en Tabbat.
23Y juntándose los de Israel, de Nephtalí, y de Aser, y de todo Manasés, siguieron á los Madianitas.
24Gedeón también envió mensajeros á todo el monte de Ephraim, diciendo: Descended al encuentro de los Madianitas, y tomadles las aguas hasta Beth-bara y el Jordán. Y juntos todos los hombres de Ephraim, tomaron las aguas de Beth-bara y el Jordán.
25Y tomaron dos príncipes de los Madianitas, Oreb y Zeeb: y mataron á Oreb en la peña de Oreb, y á Zeeb lo mataron en el lagar de Zeeb: y después que siguieron á los Madianitas, trajeron las cabezas de Oreb y de Zeeb á Gedeón de la otra parte del Jordán.
(Jue. 7:19‑25)
;
Jue. 8:4‑10• 4Y vino Gedeón al Jordán para pasar, él y los trescientos hombres que traía consigo, cansados del alcance.
5Y dijo á los de Succoth: Yo os ruego que deis á la gente que me sigue algunos bocados de pan; porque están cansados, y yo persigo á Zeba y á Zalmunna, reyes de Madián.
6Y los principales de Succoth respondieron: ¿Está ya la mano de Zeba y Zalmunna en tu mano, para que hayamos nosotros de dar pan á tu ejército?
7Y Gedeón dijo: Pues cuando Jehová hubiere entregado en mi mano á Zeba y á Zalmunna, yo trillaré vuestra carne con espinas y abrojos del desierto.
8Y de allí subió á Penuel, y hablóles las mismas palabras. Y los de Penuel le respondieron como habían respondido los de Succoth.
9Y él habló también á los de Penuel, diciendo: Cuando yo tornare en paz, derribaré esta torre.
10Y Zeba y Zalmunna estaban en Carcor, y con ellos su ejército de como quince mil hombres, todos los que habían quedado de todo el campo de los orientales: y los muertos habían sido ciento veinte mil hombres que sacaban espada.
(Jue. 8:4‑10)
;
Jue. 15:14‑20• 14Y así que vino hasta Lehi, los Filisteos le salieron á recibir con algazara: y el espíritu de Jehová cayó sobre él, y las cuerdas que estaban en sus brazos se tornaron como lino quemado con fuego, y las ataduras se cayeron de sus manos.
15Y hallando una quijada de asno fresca, extendió la mano y tomóla, é hirió con ella á mil hombres.
16Entonces Samsón dijo: Con la quijada de un asno, un montón, dos montones; Con la quijada de un asno herí mil hombres.
17Y acabando de hablar, echó de su mano la quijada, y llamó á aquel lugar Ramath-lehi.
18Y teniendo gran sed, clamó luego á Jehová, y dijo: Tú has dado esta gran salud por mano de tu siervo: ¿y moriré yo ahora de sed, y caeré en mano de los incircuncisos?
19Entonces quebró Dios una muela que estaba en la quijada, y salieron de allí aguas, y bebió, y recobró su espíritu, y reanimóse. Por tanto llamó su nombre de aquel lugar, En­haccore, el cual es en Lehi, hasta hoy.
20Y juzgó á Israel en días de los Filisteos veinte años.
(Jue. 15:14‑20)
;
Jue. 16:19‑30• 19Y ella hizo que él se durmiese sobre sus rodillas; y llamado un hombre, rapóle siete guedejas de su cabeza, y comenzó á afligirlo, pues su fuerza se apartó de él.
20Y díjole: Samsón, los Filisteos sobre ti! Y luego que despertó él de su sueño, se dijo: Esta vez saldré como las otras, y me escaparé: no sabiendo que Jehová ya se había de él apartado.
21Mas los Filisteos echaron mano de él, y sacáronle los ojos, y le llevaron á Gaza; y le ataron con cadenas, para que moliese en la cárcel.
22Y el cabello de su cabeza comenzó á crecer, después que fué rapado.
23Entonces los príncipes de los Filisteos se juntaron para ofrecer sacrificio á Dagón su dios, y para alegrarse; y dijeron: Nuestro dios entregó en nuestras manos á Samsón nuestro enemigo.
24Y viéndolo el pueblo, loaron á su dios, diciendo: Nuestro dios entregó en nuestras manos á nuestro enemigo, y al destruidor de nuestra tierra, el cual había muerto á muchos de nosotros.
25Y aconteció que, yéndose alegrando el corazón de ellos, dijeron: Llamad á Samsón, para que divierta delante de nosotros. Y llamaron á Samsón de la cárcel, y hacía de juguete delante de ellos; y pusiéronlo entre las columnas.
26Y Samsón dijo al mozo que le guiaba de la mano: Acércame, y hazme tentar las columnas sobre que se sustenta la casa, para que me apoye sobre ellas.
27Y la casa estaba llena de hombres y mujeres: y todos los príncipes de los Filisteos estaban allí; y en el alto piso había como tres mil hombres y mujeres, que estaban mirando el escarnio de Samsón.
28Entonces clamó Samsón á Jehová, y dijo: Señor Jehová, acuérdate ahora de mí, y esfuérzame, te ruego, solamente esta vez, oh Dios, para que de una vez tome venganza de los Filisteos, por mis dos ojos.
29Asió luego Samsón las dos columnas del medio sobre las cuales se sustentaba la casa, y estribó en ellas, la una con la mano derecha, y la otra con la izquierda;
30Y dijo Samsón: Muera yo con los Filisteos. Y estribando con esfuerzo, cayó la casa sobre los príncipes, y sobre todo el pueblo que estaba en ella. Y fueron muchos más los que de ellos mató muriendo, que los que había muerto en su vida.
(Jue. 16:19‑30)
;
2 R. 20:7‑11• 7Y dijo Isaías: Tomad masa de higos. Y tomándola, pusieron sobre la llaga, y sanó.
8Y Ezechîas había dicho á Isaías: ¿Qué señal tendré de que Jehová me sanará, y que subiré á la casa de Jehová al tercer día?
9Y respondió Isaías: Esta señal tendrás de Jehová, de que hará Jehová esto que ha dicho: ¿Avanzará la sombra diez grados, ó retrocederá diez grados?
10Y Ezechîas respondió: Fácil cosa es que la sombra decline diez grados: pero, que la sombra vuelva atrás diez grados.
11Entonces el profeta Isaías clamó á Jehová; é hizo volver la sombra por los grados que había descendido en el reloj de Achâz, diez grados atrás.
(2 R. 20:7‑11)
;
Job 42:10• 10Y mudó Jehová la aflicción de Job, orando él por sus amigos: y aumentó al doble todas las cosas que habían sido de Job. (Job 42:10)
;
Sal. 6:8• 8Apartaos de mí, todos los obradores de iniquidad; Porque Jehová ha oído la voz de mi lloro. (Sal. 6:8)
;
2 Co. 12:9‑10• 9Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi potencia en la flaqueza se perfecciona. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis flaquezas, porque habite en mí la potencia de Cristo.
10Por lo cual me gozo en las flaquezas, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias por Cristo; porque cuando soy flaco, entonces soy poderoso.
(2 Co. 12:9‑10)
turned.
1 S. 14:13‑15• 13Y subió Jonathán trepando con sus manos y sus pies, y tras él su paje de armas; y los que caían delante de Jonathán, su paje de armas que iba tras él, los mataba.
14Esta fué la primera rota, en la cual Jonathán con su paje de armas, mataron como unos veinte hombres en el espacio de una media yugada.
15Y hubo temblor en el real y por el campo, y entre toda la gente de la guarnición; y los que habían ido á hacer correrías, también ellos temblaron, y alborotóse la tierra: hubo pues gran consternación.
(1 S. 14:13‑15)
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1 S. 17:51‑52• 51Mas corrió David y púsose sobre el Filisteo, y tomando la espada de él, sacándola de su vaina, matólo, y cortóle con ella la cabeza. Y como los Filisteos vieron su gigante muerto, huyeron.
52Y levantándose los de Israel y de Judá, dieron grita, y siguieron á los Filisteos hasta llegar al valle, y hasta las puertas de Ecrón. Y cayeron heridos de los Filisteos por el camino de Saraim, hasta Gath y Ecrón.
(1 S. 17:51‑52)
;
2 S. 8:1‑18• 1Después de esto aconteció, que David hirió á los Filisteos, y los humilló: y tomó David á Methegamma de mano de los Filisteos.
2Hirió también á los de Moab, y midiólos con cordel, haciéndolos echar por tierra; y midió con dos cordeles para muerte, y un cordel entero para vida; y fueron los Moabitas siervos debajo de tributo.
3Asimismo hirió David á Hadad-ezer hijo de Rehob, rey de Soba, yendo él á extender su término hasta el río de Eufrates.
4Y tomó David de ellos mil y setecientos de á caballo, y veinte mil hombres de á pie; y desjarretó David los caballos de todos los carros, excepto cien carros de ellos que dejó.
5Y vinieron los Siros de Damasco á dar ayuda á Hadad-ezer rey de Soba; y David hirió de los Siros veinte y dos mil hombres.
6Puso luego David guarnición en Siria la de Damasco, y fueron los Siros siervos de David sujetos á tributo. Y Jehová guardó á David donde quiere que fué.
7Y tomó David los escudos de oro que traían los siervos de Hadad-ezer, y llevólos á Jerusalem.
8Asimismo de Beta y de Beeroth, ciudades de Hadad-ezer, tomó el rey David gran copia de metal.
9Entonces oyendo Toi, rey de Hamath, que David había herido todo el ejército de Hadad-ezer,
10Envió Toi á Joram su hijo al rey David, á saludarle pacíficamente y á bendecirle, porque había peleado con Hadad-ezer y lo había vencido: porque Toi era enemigo de Hadad-ezer. Y Joram llevaba en su mano vasos de plata, y vasos de oro, y de metal;
11Los cuales el rey David dedicó á Jehová, con la plata y el oro que tenía dedicado de todas las naciones que había sometido:
12De los Siros, de los Moabitas, de los Ammonitas, de los Filisteos, de los Amalecitas, y del despojo de Hadad-ezer hijo de Rehob, rey de Soba.
13Y ganó David fama cuando, volviendo de la rota de los Siros, hirió diez y ocho mil hombres en el valle de la sal.
14Y puso guarnición en Edom, por toda Edom puso guarnición; y todos los Idumeos fueron siervos de David. Y Jehová guardó á David por donde quiera que fué.
15Y reinó David sobre todo Israel; y hacía David derecho y justicia á todo su pueblo.
16Y Joab hijo de Sarvia era general de su ejército; y Josaphat hijo de Ahilud, canciller;
17Y Sadoc hijo de Ahitud, y Ahimelech hijo de Abiathar, eran sacerdotes; y Seraía era escriba;
18Y Benahía hijo de Joiada, era sobre los Ceretheos y Peletheos; y los hijos de David eran los príncipes.
(2 S. 8:1‑18)
;
2 Cr. 14:11‑14• 11Y clamó Asa á Jehová su Dios, y dijo: Jehová, no tienes tú más con el grande que con el que ninguna fuerza tiene, para dar ayuda. Ayúdanos, oh Jehová Dios nuestro, porque en ti nos apoyamos, y en tu nombre venimos contra este ejército. Oh Jehová, tú eres nuestro Dios: no prevalezca contra ti el hombre.
12Y Jehová deshizo los Etiopes delante de Asa y delante de Judá; y huyeron los Etiopes.
13Y Asa, y el pueblo que con él estaba, lo siguió hasta Gerar: y cayeron los Etiopes hasta no quedar en ellos aliento; porque fueron deshechos delante de Jehová y de su ejército. Y les tomaron muy grande despojo.
14Batieron también todas las ciudades alrededor de Gerar, porque el terror de Jehová fué sobre ellos: y saquearon todas las ciudades, porque había en ellas gran despojo.
(2 Cr. 14:11‑14)
;
2 Cr. 16:1‑9• 1En el año treinta y seis del reinado de Asa, subió Baasa rey de Israel contra Judá, y edificó á Rama, para no dejar salir ni entrar á ninguno al rey Asa, rey de Judá.
2Entonces sacó Asa la plata y el oro de los tesoros de la casa de Jehová y de la casa real, y envió á Ben-adad rey de Siria, que estaba en Damasco, diciendo:
3Haya alianza entre mí y ti, como la hubo entre mi padre y tu padre; he aquí yo te he enviado plata y oro, para que vengas y deshagas la alianza que tienes con Baasa rey de Israel, á fin de que se retire de mí.
4Y consintió Ben-adad con el rey Asa, y envió los capitanes de sus ejércitos á la ciudades de Israel: y batieron á Ion, Dan, y Abel-maim, y las ciudades fuertes de Nephtalí.
5Y oyendo esto Baasa, cesó de edificar á Rama, y dejó su obra.
6Entonces el rey Asa tomó á todo Judá, y lleváronse de Rama la piedra y madera con que Baasa edificaba, y con ella edificó á Gibaa y Mizpa.
7En aquel tiempo vino Hanani vidente á Asa rey de Judá, y díjole: Por cuanto te has apoyado en el rey de Siria, y no te apoyaste en Jehová tu Dios, por eso el ejército del rey de Siria ha escapado de tus manos.
8Los Etiopes y los Libios, ¿no eran un ejército numerosísimo, con carros y muy mucha gente de á caballo? con todo, porque te apoyaste en Jehová, él los entregó en tus manos.
9Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para corroborar á los que tienen corazón perfecto para con él. Locamente has hecho en esto; porque de aquí adelante habrá guerra contra ti.
(2 Cr. 16:1‑9)
;
2 Cr. 20:6‑25• 6Y dijo: Jehová Dios de nuestros padres, ¿no eres tú Dios en los cielos, y te enseñoreas en todos los reinos de las Gentes? ¿no está en tu mano tal fuerza y potencia, que no hay quien te resista?
7Dios nuestro, ¿no echaste tú los moradores de aquesta tierra delante de tu pueblo Israel, y la diste á la simiente de Abraham tu amigo para siempre?
8Y ellos han habitado en ella, y te han edificado en ella santuario á tu nombre, diciendo:
9Si mal viniere sobre nosotros, ó espada de castigo, ó pestilencia, ó hambre, presentarnos hemos delante de esta casa, y delante de ti, (porque tu nombre está en esta casa,) y de nuestras tribulaciones clamaremos á ti, y tú nos oirás y salvarás.
10Ahora pues, he aquí los hijos de Ammón y de Moab, y los del monte de Seir, á la tierra de los cuales ni quisiste que pasase Israel cuando venían de la tierra de Egipto, sino que se apartasen de ellos, y no los destruyesen;
11He aquí ellos nos dan el pago, viniendo á echarnos de tu heredad, que tú nos diste á poseer.
12Oh Dios nuestro! ¿no los juzgarás tú? porque en nosotros no hay fuerza contra tan grande multitud que viene contra nosotros: no sabemos lo que hemos de hacer, mas á ti volvemos nuestros ojos.
13Y todo Judá estaba en pie delante de Jehová, con sus niños, y sus mujeres, y sus hijos.
14Y estaba allí Jahaziel hijo de Zachârías, hijo de Benaías, hijo de Jeiel, hijo de Mathanías, Levita de los hijos de Asaph, sobre el cual vino el espíritu de Jehová en medio de la reunión;
15Y dijo: Oid, Judá todo, y vosotros moradores de Jerusalem, y tú, rey Josaphat. Jehová os dice así: No temáis ni os amedrentéis delante de esta tan grande multitud; porque no es vuestra la guerra, sino de Dios.
16Mañana descenderéis contra ellos: he aquí que ellos subirán por la cuesta de Sis, y los hallaréis junto al arroyo, antes del desierto de Jeruel.
17No habrá para qué vosotros peleéis en este caso: paraos, estad quedos, y ved la salud de Jehová con vosotros. Oh Judá y Jerusalem, no temáis ni desmayéis; salid mañana contra ellos, que Jehová será con vosotros.
18Entonces Josaphat se inclinó rostro por tierra, y asimismo todo Judá y los moradores de Jerusalem se postraron delante de Jehová, y adoraron á Jehová.
19Y levantáronse los Levitas de los hijos de Coath y de los hijos de Coré, para alabar á Jehová el Dios de Israel á grande y alta voz.
20Y como se levantaron por la mañana, salieron por el desierto de Tecoa. Y mientras ellos salían, Josaphat estando en pie, dijo: Oidme, Judá y moradores de Jerusalem. Creed á Jehová vuestro Dios, y seréis seguros; creed á sus profetas, y seréis prosperados.
21Y habido consejo con el pueblo, puso á algunos que cantasen á Jehová, y alabasen en la hermosura de la santidad, mientras que salía la gente armada, y dijesen: Glorificad á Jehová, porque su misericordia es para siempre.
22Y como comenzaron con clamor y con alabanza, puso Jehová contra los hijos de Ammón, de Moab, y del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que venían contra Judá, y matáronse los unos á los otros:
23Pues los hijos de Ammón y Moab se levantaron contra los del monte de Seir, para matarlos y destruirlos; y como hubieron acabado á los del monte de Seir, cada cual ayudó á la destrucción de su compañero.
24Y luego que vino Judá á la atalaya del desierto, miraron hacia la multitud; mas he aquí yacían ellos en tierra muertos, que ninguno había escapado.
25Viniendo entonces Josaphat y su pueblo á despojarlos, hallaron en ellos muchas riquezas entre los cadáveres, así vestidos como preciosos enseres, los cuales tomaron para sí, tantos, que no los podían llevar: tres días duró el despojo, porque era mucho.
(2 Cr. 20:6‑25)
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2 Cr. 32:20‑22• 20Mas el rey Ezechîas, y el profeta Isaías hijo de Amós, oraron por esto, y clamaron al cielo.
21Y Jehová envió un ángel, el cual hirió á todo valiente y esforzado, y á los jefes y capitanes en el campo del rey de Asiria. Volvióse por tanto con vergüenza de rostro á su tierra; y entrando en el templo de su dios, allí lo mataron á cuchillo los que habían salido de sus entrañas.
22Así salvó Jehová á Ezechîas y á los moradores de Jerusalem de las manos de Sennachêrib rey de Asiria, y de las manos de todos: y preservólos de todas partes.
(2 Cr. 32:20‑22)
 "Made strong out of weakness" has quite a different application in ordinary Christian experience from its meaning of old as here referred to. The ground of our difference is plain. Grace is now revealed and reigns as it did not till Christ came, died, rose, and took His seat in heaven. (Hebrews 11:32-36 by W. Kelly)

J. N. Darby Translation

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34
quenched the power of fire, escaped the edge of the sword, became strong out of weakness, became mighty in war, made the armies of strangers give way.

W. Kelly Translation

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34
quenched fire’s power, escaped sword’s edge, were strengthened from weakness, became mighty in war, put to flight armies of aliens.