Cordero de Dios (#233)

 
¡Cordero de Dios!, Te admiramos arriba,
Sentado en el trono del Padre de luz,
Ya que consumaste tu obra gloriosa,
¡Triunfando en flaqueza, expirando en la cruz!
Ante el Inmolado por los pecadores,
Las huestes postradas para adorar,
Con gozo Te alaban, Te dan sus löores:
“Digno es el Cordero de Dios de reinar.”
Señor, en tu gloria y poder victorioso,
Tus ojos y mente aún aquí puestos son,
Cuidando a tu pueblo que Tú has redimido,
Tu pueblo precioso a tu fiel corazón;
Pues siempre intercedes por ellos — constante,
Ayer, hoy, y por las edades tu amor;
Ya Tú has preparado descanso inefable
De paz en la casa del Padre en fulgor.
¡Cordero de Dios!, cuán seguro es tu dicho:
“Yo vengo en breve.” “Así sëa, amén,”
Responden tus santos que Te han conocido;
Quisiéramos verte, ¡oh Jesús, pronto ven!
Cuán grato el encuentro, contigo en los aires,
Señor, por nosotros ahí has de bajar;
Presto, ascenderemos en gloria, triunfantes,
De tus goces puros a participar.
¡Cordero de Dios!, cuando, fuerte y glorioso
Volvieres al mundo en maldad, temblarán
Delante de Ti todos tus enemigos,
Los que hoy Te desdeñan se lamentarán.
Entonces tus santos, cuando aparecieres,
Contigo reinando, han de alzar fuerte la voz:
“Tuya es la honra y gloria, löor y virtudes,
Por nos fuiste muerto, ¡oh Cordero de Dios!”
Traducción y música arreglada ©1965 Messages of God's Love Multilingual. Todos derechos reservados. Usado con permiso.