Carta del editor - Número 18 - Junio del 2000

D.E. Rule
Amados hermanos y amigos:
Saludos en el precioso nombre de nuestro Señor Jesucristo. “Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos” (2 Corintios 8:99For ye know the grace of our Lord Jesus Christ, that, though he was rich, yet for your sakes he became poor, that ye through his poverty might be rich. (2 Corinthians 8:9)). “Y les dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza” (Lucas 9:5858And Jesus said unto him, Foxes have holes, and birds of the air have nests; but the Son of man hath not where to lay his head. (Luke 9:58)). Qué contraste con las predicaciones que tan a menudo se escucha en el cristianismo, que dicen que Dios promete prosperidad material aquí en vez de prosperidad espiritual. Nuestro Padre puede darnos bienes materiales, pero las bendiciones son espirituales, cosas que se ven por la fe y no con nuestros ojos físicos. Como vimos en el último número de Tu Juventud, las bendiciones para Israel son terrenales y las nuestras espirituales.
En este número de Tu Juventud, queremos escudriñar juntos un poco respecto a lo que la Biblia, la Palabra de Dios, dice sobre ciertas responsabilidades que nosotros tenemos. No es fácil fijar la vista en las cosas de arriba, al vivir en un mundo que busca llamar nuestra atención, por todos los medios posibles, hacia las cosas de abajo (terrenales). Algunos hermanos tienen muchos bienes, otros algo y hay también los que tienen poco. Pero, como leemos en Efesios 1:3: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo”. Todos los que conocemos al Señor Jesucristo como nuestro Salvador, tenemos ya todas las bendiciones que vamos a gozar por la eternidad. Tanto el hermano o hermana que tiene más años en el Señor como el recién convertido tienen lo mismo. Lo que puede variar es la apreciación de lo que tenemos. Entretanto que estemos en este mundo debemos utilizar lo que está en nuestros manos, pero nuestra mirada debe estar puesta en la eternidad. “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón” (Mateo 6:19-2119Lay not up for yourselves treasures upon earth, where moth and rust doth corrupt, and where thieves break through and steal: 20But lay up for yourselves treasures in heaven, where neither moth nor rust doth corrupt, and where thieves do not break through nor steal: 21For where your treasure is, there will your heart be also. (Matthew 6:19‑21)).
Debemos invertir aquí para que el tesoro se acumule allá.
Tu hermano que también tiene todas las bendiciones espirituales,