Siglos

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Algunas veces, los siglos son confundidos con las dispensaciones, pero son diferentes. Un siglo es una época o período de tiempo que ya ha tomado, o está tomando, o que tomará su curso en la tierra. Tales períodos son llamados “los tiempos de los siglos” (2 Timoteo 1:9; Tito 1:2). Una dispensación, como ya hemos señalado, es un orden público de Dios con los hombres para la administración de sus caminos, en lo que respecta a ciertos requisitos morales y espirituales de aquellos que pertenecen a Su casa. Estas administraciones pueden cambiar durante un siglo, pero no son un siglo. Algunos han mezclado los siglos con las dispensaciones y las han convertido en lo mismo. Por ejemplo, el diccionario de la Biblia de Unger dice: “una dispensación es una época de tiempo durante la cual el hombre es probado”. El esquema de las “Siete Dispensaciones” de C. I. Scofield es otro ejemplo de esta mezcla. Sin embargo, la Escritura distingue estas dos cosas, como ya hemos señalado.
El Señor habló de dos siglos en particular en su ministerio: “este siglo” y “el [siglo] venidero” (Mateo 12:32). “Este siglo” es la edad mosaica, que comenzó en el monte Sinaí y estaba en curso durante la primera venida del Señor. Cuando Él fue rechazado y echado fuera de este mundo, este siglo llegó a ser el “presente siglo malo”, en que los “príncipes de este siglo” cometieron el mayor pecado de crucificar al Señor de gloria (Gálatas 1:4; 1 Corintios 2:6, 8).
Algunos han pensado que el presente llamado de Dios por medio del evangelio ha suspendido temporalmente la era mosaica, y que no se reanudara hasta algún día futuro. Pero esto no es cierto; la era mosaica sigue su curso en la tierra hoy en día. La llegada del Espíritu Santo y la introducción del cristianismo no le puso fin. Tampoco comenzó una nueva era; la era que estaba en progreso cuando el Señor estaba aquí, está todavía en progreso ahora. Sin embargo, aunque la era mosaica no está suspendida, la conexión de Dios con Israel como nación está suspendida temporalmente. Los que creen en el evangelio son llamados a salir (separarse) de los judíos y los gentiles para formar parte de la Iglesia; son liberados de este “presente siglo malo”, y ya no son parte de tal siglo, en lo que respecta a su posición (Gálatas 1:4). La Iglesia, por lo tanto, no tiene
ninguna conexión con la tierra ni con los períodos de tiempo. Por lo tanto, referirse al período de tiempo actual como “la era de la Iglesia” no es doctrinalmente correcto.
La Iglesia está en la tierra en este momento como un peregrino en su camino hacia su hogar celestial; su vocación, carácter y destino son celestiales (2 Corintios 5:1; Efesios 1:3; 2:6; 6:12; Filipenses 3:20; Colosenses 1:5; Hebreos 3:1; 11:16; 12:22; 13:14; 1 Pedro 1:4). Puesto que la Iglesia está todavía en la tierra pasando por “este siglo” marcado por el mal, las exhortaciones del apóstol son para que nos mantengamos separados del carácter de este siglo malo y sus caminos. Debemos vivir “en este siglo templada, y justa, y píamente” (Tito 2:12). Los creyentes debemos rechazar la sabiduría de este siglo, porque “Dios ha enloquecido la sabiduría del mundo” (1 Corintios 1:20). Además, se les advierte a aquellos cristianos que son los “ricos de este siglo” (materialmente) que no “pongan la esperanza en la incertidumbre de las riquezas” (1 Timoteo 6:17). Deben repartir sus posesiones, de este modo “atesorando para sí buen fundamento para lo por venir” (1 Timoteo 6:18-19). Es triste informar que algunos cristianos de hoy en día se están alejando de su firmeza, “amando este siglo”, y como resultado, se están acomodando a este mundo. Demas es un ejemplo de esto (2 Timoteo 4:10).
Sabemos por las Escrituras proféticas que a este siglo actual le quedan por lo menos 7 años más, que seguirán su curso después de que la Iglesia sea llevada al cielo. Estos 7 años se cumplirán en la septuagésima semana de Daniel (Daniel 9:2727And he shall confirm the covenant with many for one week: and in the midst of the week he shall cause the sacrifice and the oblation to cease, and for the overspreading of abominations he shall make it desolate, even until the consummation, and that determined shall be poured upon the desolate. (Daniel 9:27)). Actualmente, este siglo está bajo el control de Satanás, que es su dios y príncipe (2 Corintios 4:4; Efesios 2:2), y va a ser juzgado. Este siglo terminará con la aparición de Cristo en lo que se llama “el cumplimiento del siglo” (Mateo 13:39-40, 49; 24:3; 28:20 – traducción J. N. Darby). En ese tiempo, el Señor introducirá el siglo “venidero”, que es el Milenio (Mateo 12:32; Marcos 10:30; Efesios 1:21; Hebreos 2:5; 6:5). Cuando el Milenio haya concluido su curso de 1000 años, el Estado Eterno será introducido. Las Escrituras lo llaman “los siglos de los siglos” (Gálatas 1:5; Efesios 2:7; 3:21; 1 Timoteo 1:17; 1 Pedro 5:11; Apocalipsis 5:13; 22:5). En realidad, no son realmente siglos, porque los siglos tienen que ver con el tiempo, y no existe el tiempo en la eternidad.
En resumen, un “siglo” es un período de tiempo, y una “dispensación” es un orden moral y espiritual de Dios durante un período de tiempo, en relación con alguna revelación específica de la verdad que Él ha dado a los de Su casa. De acuerdo con esto, J. N. Darby dijo que una persona está “en” un siglo, pero “sujeto” a una dispensación (Collected Writings, volumen 10, pág. 12).
Segunda Gráfica