Articles on

Proverbs 31

Pr. 31:26 KJV (With Strong’s)

+
26
Shef openeth
pathach (Hebrew #6605)
to open wide (literally or figuratively); specifically, to loosen, begin, plough, carve
KJV usage: appear, break forth, draw (out), let go free, (en-)grave(-n), loose (self), (be, be set) open(-ing), put off, ungird, unstop, have vent.
Pronounce: paw-thakh'
Origin: a primitive root
her mouth
peh (Hebrew #6310)
the mouth (as the means of blowing), whether literal or figurative (particularly speech); specifically edge, portion or side; adverbially (with preposition) according to
KJV usage: accord(-ing as, -ing to), after, appointment, assent, collar, command(-ment), X eat, edge, end, entry, + file, hole, X in, mind, mouth, part, portion, X (should) say(-ing), sentence, skirt, sound, speech, X spoken, talk, tenor, X to, + two-edged, wish, word.
Pronounce: peh
Origin: from 6284
with wisdom
chokmah (Hebrew #2451)
wisdom (in a good sense)
KJV usage: skilful, wisdom, wisely, wit.
Pronounce: khok-maw'
Origin: from 2449
; and in her tongue
lashown (Hebrew #3956)
also (in plural) feminine lshonah {lesh-o-naw'}; from 3960; the tongue (of man or animals), used literally (as the instrument of licking, eating, or speech), and figuratively (speech, an ingot, a fork of flame, a cove of water)
KJV usage: + babbler,bay, + evil speaker, language, talker, tongue, wedge.
Pronounce: law-shone'
Origin: or lashon {law-shone'}
is the law
towrah (Hebrew #8451)
from 3384; a precept or statute, especially the Decalogue or Pentateuch
KJV usage: law.
Pronounce: to-raw'
Origin: or torah {to-raw'}
of kindness
checed (Hebrew #2617)
kindness; by implication (towards God) piety: rarely (by opposition) reproof, or (subject.) beauty
KJV usage: favour, good deed(-liness, -ness), kindly, (loving-)kindness, merciful (kindness), mercy, pity, reproach, wicked thing.
Pronounce: kheh'-sed
Origin: from 2616
.

More on:

+
Law

Cross References

+

Ministry on This Verse

+
openeth.
Pr. 31:8‑9• 8Abre tu boca por el mudo, En el juicio de todos los hijos de muerte.
9Abre tu boca, juzga justicia, Y el derecho del pobre y del menesteroso.
(Pr. 31:8‑9)
;
Jue. 13:23• 23Y su mujer le respondió: Si Jehová nos quisiera matar, no tomara de nuestras manos el holocausto y el presente, ni nos hubiera mostrado todas estas cosas, ni en tal tiempo nos habría anunciado esto. (Jue. 13:23)
;
1 S. 25:24‑31• 24Y echóse á sus pies, y dijo: Señor mío, sobre mí sea el pecado; mas ruégote hable tu sierva en tus oídos, y oye las palabras de tu sierva.
25No ponga ahora mi señor su corazón á aquel hombre brusco, á Nabal; porque conforme á su nombre, así es. El se llama Nabal, y la locura está con él: mas yo tu sierva no vi los criados de mi señor, los cuales tú enviaste.
26Ahora pues, señor mío, vive Jehová y vive tu alma, que Jehová te ha estorbado que vinieses á derramar sangre, y vengarte por tu propia mano. Sean pues como Nabal tus enemigos, y todos los que procuran mal contra mi señor.
27Y ahora esta bendición que tu sierva ha traído á mi señor, dése á los criados que siguen á mi señor.
28Y yo te ruego que perdones á tu sierva esta ofensa; pues Jehová de cierto hará casa firme á mi señor, por cuanto mi señor hace las guerras de Jehová, y mal no se ha hallado en ti en tus días.
29Bien que alguien se haya levantado á perseguirte y atentar á tu vida, con todo, el alma de mi señor será ligada en el haz de los que viven con Jehová Dios tuyo, y él arrojará el alma de tus enemigos como de en medio de la palma de una honda.
30Y acontecerá que cuando Jehová hiciere con mi señor conforme á todo el bien que ha hablado de ti, y te mandare que seas caudillo sobre Israel,
31Entonces, señor mío, no te será esto en tropiezo y turbación de corazón, el que hayas derramado sangre sin causa, ó que mi señor se haya vengado por sí mismo. Guárdese pues mi señor, y cuando Jehová hiciere bien á mi señor, acuérdate de tu sierva.
(1 S. 25:24‑31)
;
2 S. 20:16‑22• 16Entonces una mujer sabia dió voces en la ciudad, diciendo: Oid, oid; ruégoos que digáis á Joab se llegue á acá, para que yo hable con él.
17Y como él se acercó á ella, dijo la mujer: ¿Eres tú Joab? Y él respondió: Yo soy. Y ella le dijo: Oye las palabras de tu sierva. Y él respondió: Oigo.
18Entonces tornó ella á hablar, diciendo: Antiguamente solían hablar, diciendo: Quien preguntare, pregunte en Abel: y así concluían.
19Yo soy de las pacíficas y fieles de Israel: y tú procuras destruir una ciudad que es madre de Israel: ¿por qué destruyes la heredad de Jehová?
20Y Joab respondió, diciendo: Nunca tal, nunca tal me acontezca, que yo destruya ni deshaga.
21La cosa no es así: mas un hombre del monte de Ephraim, que se llama Seba hijo de Bichri, ha levantado su mano contra el rey David: entregad á ése solamente, y me iré de la ciudad. Y la mujer dijo á Joab: He aquí su cabeza te será echada desde el muro.
22La mujer fué luego á todo el pueblo con su sabiduría; y ellos cortaron la cabeza á Seba hijo de Bichri, y echáronla á Joab. Y él tocó la corneta, y esparciéronse de la ciudad, cada uno á su estancia. Y Joab se volvió al rey á Jerusalem.
(2 S. 20:16‑22)
;
2 R. 22:15‑20• 15Y ella les dijo: Así ha dicho Jehová el Dios de Israel: Decid al varón que os envió á mí:
16Así dijo Jehová: He aquí yo traigo mal sobre este lugar, y sobre los que en él moran, á saber, todas las palabras del libro que ha leído el rey de Judá:
17Por cuanto me dejaron á mí, y quemaron perfumes á dioses ajenos, provocándome á ira en toda obra de sus manos; y mi furor se ha encendido contra este lugar, y no se apagará.
18Mas al rey de Judá que os ha enviado para que preguntaseis á Jehová, diréis así: Así ha dicho Jehová el Dios de Israel: Por cuanto oíste las palabras del libro,
19Y tu corazón se enterneció, y te humillaste delante de Jehová, cuando oíste lo que yo he pronunciado contra este lugar y contra sus moradores, que vendrían á ser asolados y malditos, y rasgaste tus vestidos, y lloraste en mi presencia, también yo te he oído, dice Jehová.
20Por tanto, he aquí yo te recogeré con tus padres, y tú serás recogido á tu sepulcro en paz, y no verán tus ojos todo el mal que yo traigo sobre este lugar. Y ellos dieron al rey la respuesta.
(2 R. 22:15‑20)
;
Est. 4:4• 4Y vinieron las doncellas de Esther y sus eunucos, y dijéronselo: y la reina tuvo gran dolor, y envió vestidos para hacer vestir á Mardochêo, y hacerle quitar el saco de sobre él; mas él no los recibió. (Est. 4:4)
;
Est. 5:8• 8Si he hallado gracia en los ojos del rey, y si place al rey otorgar mi petición y hacer mi demanda, que venga el rey con Amán al banquete que les dispondré; y mañana haré conforme á lo que el rey ha mandado. (Est. 5:8)
;
Est. 7:3‑6• 3Entonces la reina Esther respondió y dijo: Oh rey, si he hallado gracia en tus ojos, y si al rey place, séame dada mi vida por mi petición, y mi pueblo por mi demanda.
4Porque vendidos estamos yo y mi pueblo, para ser destruídos, para ser muertos y exterminados. Y si para siervos y siervas fuéramos vendidos, callárame, bien que el enemigo no compensara el daño del rey.
5Y respondió el rey Assuero, y dijo á la reina Esther: ¿Quién es, y dónde está, aquél á quien ha henchido su corazón para obrar así?
6Y Esther dijo: El enemigo y adversario es este malvado Amán. Entonces se turbó Amán delante del rey y de la reina.
(Est. 7:3‑6)
;
Est. 8:3‑6• 3Volvió luego Esther á hablar delante del rey, y echóse á sus pies, llorando y rogándole que hiciese nula la maldad de Amán Agageo, y su designio que había formado contra los Judíos.
4Entonces extendió el rey á Esther el cetro de oro, y Esther se levantó, y púsose en pie delante del rey.
5Y dijo: Si place al rey, y si he hallado gracia delante de el, y si la cosa es recta delante del rey, y agradable yo en sus ojos, sea escrito para revocar las letras del designio de Amán hijo de Amadatha Agageo, que escribió para destruir á los Judíos que están en todas las provincias del rey.
6Porque ¿cómo podré yo ver el mal que alcanzará á mi pueblo? ¿cómo podré yo ver la destrucción de mi nación?
(Est. 8:3‑6)
;
Lc. 1:38,42‑56• 38Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase á mí conforme á tu palabra. Y el ángel partió de ella.
42Y exclamó á gran voz, y dijo. Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre.
43¿Y de dónde esto á mí, que la madre de mi Señor venga á mí?
44Porque he aquí, como llegó la voz de tu salutación á mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre.
45Y bienaventurada la que creyó, porque se cumplirán las cosas que le fueron dichas de parte del Señor.
46Entonces María dijo: engrandece mi alma al Señor;
47Y mi espíritu se alegró en Dios mi Salvador,
48Porque ha mirado á la bajeza de su criada; Porque he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones.
49Porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso; Y santo es su nombre.
50Y su misericordia de generación á generación A los que le temen.
51Hizo valentía con su brazo: Esparció los soberbios del pensamiento de su corazón.
52Quitó los poderosos de los tronos, Y levantó á los humildes.
53A los hambrientos hinchió de bienes; Y á los ricos envió vacíos.
54Recibió á Israel su siervo, Acordandose de la misericordia.
55Como habló á nuestros padres A Abraham y á su simiente para siempre.
56Y se quedó María con ella como tres meses: después se volvió á su casa.
(Lc. 1:38,42‑56)
;
Hch. 18:26• 26Y comenzó á hablar confiadamente en la sinagoga: al cual como oyeron Priscila y Aquila, le tomaron, y le declararon más particularmente el camino de Dios. (Hch. 18:26)
;
Ef. 4:29• 29Ninguna palabra torpe salga de vuestra boca, sino la que sea buena para edificación, para que dé gracia á los oyentes. (Ef. 4:29)
;
Col. 4:5• 5Andad en sabiduría para con los extraños, redimiendo el tiempo. (Col. 4:5)
in her.
Pr. 12:18• 18Hay quienes hablan como dando estocadas de espada: Mas la lengua de los sabios es medicina. (Pr. 12:18)
;
Pr. 16:24• 24Panal de miel son los dichos suaves. Suavidad al alma y medicina á los huesos. (Pr. 16:24)
;
Pr. 25:15• 15Con larga paciencia se aplaca el príncipe; Y la lengua blanda quebranta los huesos. (Pr. 25:15)
;
Gn. 24:18‑20• 18Y ella respondió: Bebe, señor mío: y dióse prisa á bajar su cántaro sobre su mano, y le dió á beber.
19Y cuando acabó de darle á beber, dijo: También para tus camellos sacaré agua, hasta que acaben de beber.
20Y dióse prisa, y vació su cántaro en la pila, y corrió otra vez al pozo para sacar agua, y sacó para todos sus camellos.
(Gn. 24:18‑20)
;
Cnt. 2:14• 14Paloma mía, que estás en los agujeros de la peña, en lo escondido de escarpados parajes, Muéstrame tu rostro, hazme oir tu voz; Porque dulce es la voz tuya, y hermoso tu aspecto. (Cnt. 2:14)
;
Cnt. 4:11• 11Como panal de miel destilan tus labios, oh esposa; Miel y leche hay debajo de tu lengua; Y el olor de tus vestidos como el olor del Líbano. (Cnt. 4:11)
;
Mal. 2:6• 6La Ley de verdad estuvo en su boca, é iniquidad no fué hallada en sus labios: en paz y en justicia anduvo conmigo, y á muchos hizo apartar de la iniquidad. (Mal. 2:6)
;
Hch. 6:15• 15Entonces todos los que estaban sentados en el concilio, puestos los ojos en él, vieron su rostro como el rostro de un ángel. (Hch. 6:15)
;
1 P. 3:1,4‑5,8‑9• 1Asimismo vosotras, mujeres, sed sujetas á vuestros maridos; para que también los que no creen á la palabra, sean ganados sin palabra por la conversación de sus mujeres,
4Sino el hombre del corazón que está encubierto, en incorruptible ornato de espíritu agradable y pacífico, lo cual es de grande estima delante de Dios.
5Porque así también se ataviaban en el tiempo antiguo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, siendo sujetas á sus maridos:
8Y finalmente, sed todos de un mismo corazón, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables;
9No volviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino antes por el contrario, bendiciendo; sabiendo que vosotros sois llamados para que poseáis bendición en herencia.
(1 P. 3:1,4‑5,8‑9)
 (Pe) Fittingly the next verse shows that into the lips of such a one grace is poured; nor is the salt of righteousness lacking. Like Priscilla instructing Apollos, she opens her mouth with wisdom, and the law of kindness is on her tongue. What a contrast to the shrewish and contentious woman, several times contemned in the earlier chapters. See notes on Proverbs 21:19 and 27:15, 16. Because of the pureness of her heart, her tongue delights to utter words of grace and truth. See Proverbs 22:11. (Proverbs Thirty-One by H.A. Ironside)

J. N. Darby Translation

+
26
She openeth her mouth with wisdom; and upon her tongue is the law of kindness.