UN VERSÍCULO PARA MEMORIZAR
"Dijo además David a Salomón su hijo: Anímate y esfuérzate, y manos a la obra; no
temas, ni desmayes, porque Jehová Dios, mi Dios, estará contigo; Él no te dejará ni
te desamparará, hasta que acabes toda la obra para el servicio de la casa de
Jehová." 1 Crónicas 28:20
Nos dan la historia del pueblo de Dios, y más particularmente de la casa de David, durante el reinado de los reyes. Acaban con la cautividad Babilónica.
1 Crónicas describe a David como ejemplo, espiritualmente, pero en cuanto a la ejecución de todo, lo hace Salomón.
2 Crónicas nos da la posteridad de David, en cuanto al establecimiento de un reinado terrenal. Los Reyes pintan más lo que es celestial. Por ejemplo, en Crónicas existe un velo; se rompe este velo para Israel en el Milenio.
Es de notar que así como el evangelio según San Juan se destaca entre los evangelios, así sobresalen también los libros de Crónicas históricamente en el Antiguo Testamento. Por ejemplo el apóstol Juan mira hacia "el principio," en que el Dios eterno era el Verbo (Cristo), mientras tanto los libros de Crónicas contemplan el principio de la historia del hombre: "Adán, Set, Enós" en el desarrollo de la historia del linaje escogido de promesa por la gracia. Por eso se habla más de David en cuya persona se realizan las misericordias de Dios y la bendición de Su pueblo Israel.
UN PENSAMIENTO PARA LA JUVENTUD
1 Crónicas 23:24
"Estos son los hijos de Levi en las familias de sus padres, jefes de familias según el censo de ellos, contados por sus nombres, por sus cabezas, de veinte años arriba, los cuales trabajaban en el ministerio de la casa de Jehová." Es interesante en estas instrucciones que al tener 20 años los jóvenes tuvieran responsabilidades en el ministerio en la casa de Jehová. Ahora, la casa no es un edificio, sino que está compuesta por todos los salvados. Nunca fue la idea de Dios y por esto la Biblia no enseña que el servicio debe estar en manos de uno o de pocos en una congregación. Dios por medio de Su Espíritu Santo quiere guiarte y usarte en el servicio del Señor Jesucristo.
2 Crónicas 24:1
"De siete años era Joás cuando comenzó a reinar, y cuarenta años reinó en Jerusalén. El nombre de su madre fue Sibia, de Beerseba." Imagínate ser rey a la edad de siete años. Empezó bien pero terminó mal. Me da temor al oír palabras jactanciosas de jóvenes o el sentir o decir de los mismos, porque nos falta para llegar al fin de nuestro camino. Si somos preservados, es por la gracia de Dios. Si fallamos, nosotros mismos tenemos toda la culpa por haber actuado carnalmente. Hay otra cosa interesante en el versículo sobre su madre. Aquí no se nombra a su padre y esto puede hacernos reflexionar acerca de la influencia que una madre tiene en la vida de sus hijos. Si eres una hermana, recuerda que la responsabilidad de ser madre y el trabajo que ello conlleva es más importante y preciado que el trabajo de ser médico, abogada, mujer de negocios, etcétera. Nadie puede reemplazarte en esto si es la voluntad de Dios que te cases y tengas hijos.