Dos cosas que caracterizaban al hogar de Sansón
No quiero leer todo el capítulo 13, sino más bien hacer unos pocos comentarios en cuanto a lo que caracterizaba el hogar de los padres de Sansón. Hay dos cosas primordiales que quiero señalar, las cuales deben caracterizar a todo hogar cristiano temeroso de Dios.
Antes de mencionar estas dos cosas, es interesante notar que “el Ángel del Señor” visitó a los padres de Sansón: Manoa y su esposa. Éste era el Señor mismo, dado que la “A” en la palabra “ángel” está escrita con mayúscula en la traducción J. N. Darby, indicando la deidad. Del mismo modo, creo que el Señor se place en acercarse a parejas jóvenes cristianas para ejercitarlos a que críen hijos piadosos, que eventualmente puedan ser usados por Dios para la bendición de Su pueblo. No va a ser de forma literal como lo hizo con Manoa y su esposa, pero, aun así, impone sobre nosotros un ejercicio similar tocante a nuestros hijos. Como padres, nuestras metas espirituales para con nuestra familia no deben ser simplemente que todos se salven, sino que caminen con el Señor después de ser salvos, con un ejercicio serio en servirle. Es mucho más que tan sólo desear que sus pecados sean perdonados. De manera parecida, el ejercicio de Ana era criar a un varón de Dios que fuera de ayuda para Su pueblo. Éste también debe ser nuestro ejercicio (1 Samuel 1:1111And she vowed a vow, and said, O Lord of hosts, if thou wilt indeed look on the affliction of thine handmaid, and remember me, and not forget thine handmaid, but wilt give unto thine handmaid a man child, then I will give him unto the Lord all the days of his life, and there shall no razor come upon his head. (1 Samuel 1:11)).
En esto vemos que Sansón tenía padres piadosos. Nos muestra que a pesar de que las cosas entre el pueblo del Señor pueden estar en un estado colectivamente bajo, no hay ninguna razón por la que no podamos tener ejercicios piadosos y hogares piadosos. Los padres de Sansón oraron en la presencia del Ángel tocante a lo que debían hacer, diciendo: “¿Cómo debe ser la manera de vivir del niño, y qué debemos hacer con él?” (versículo 12). Creo que esto es lo que cada pareja cristiana debe hacer —buscar el rostro del Señor para saber cómo criar a su familia—. En respuesta a su petición, el Ángel del Señor les dijo que tenían que preparar el nido antes de que el niño viniera. Este es un ejercicio saludable para todas las parejas jóvenes.
1) Los votos nazareos en cuanto a la separación
Como hemos mencionado, hay dos cosas que ellos necesitaban en su casa de manera especial. Lo primero que el Ángel les señaló fue la necesidad de una separación nazarea. Manoa y su esposa le preguntaron cómo debían criar al niño, y sorprendentemente, el Ángel no les dijo nada acerca del niño; más bien dijo a Manoa que su esposa debía tomar votos nazareos. Le dijo: “La mujer se guardará de todas las cosas que yo le dije. No tomará nada que proceda de la vid; no beberá vino ni sidra, y no comerá cosa inmunda; guardará todo lo que le mandé” (versículos 13-14). Tomar votos nazareos habla del ejercicio de vivir una vida libre de los elementos del mundo y de la carne.
La madre de Sansón debía vivir por principios nazareos si quería criar a un hijo nazareo. Si ella era fiel en llevar a cabo esos votos, el niño seguiría sus pisadas en cuanto a las mismas cosas. Esto es importante porque el carácter de los niños, tanto moral como espiritual, está formado en gran parte por la influencia de la madre, pues están con ella por mucho más tiempo que con el padre en sus primeros años. No debe haber un estándar para el niño y otro para los padres. Ambos padres deben andar en estas cosas, pero sobre todo la madre. Querido hermano joven, espero que puedas ver por qué tienes que casarte con una joven piadosa. No querrás ir a trabajar y dejar a tus hijos al cuidado de una madre que no tiene ninguna preocupación por separarse del mundo.
Ahora bien, Manoa era el que tenía la responsabilidad en este asunto, ya que el Ángel del Señor le dice que vele que su esposa tenga este tipo de cuidado. Él le dijo: “La mujer se guardará”. Querido hermano, tú eres la cabeza de tu hogar; no culpes a tu esposa si hay cosas que contaminan y que son mundanas en tu casa. Tú eres responsable de mantener el orden y la piedad en tu hogar. Y querido joven, no te resientas de que estás siendo criado en un hogar protegido; es un privilegio. Hay muchos cristianos que desean haber tenido tal privilegio.
2) El holocausto
La separación nazarea no era lo único que necesitaban en su casa. Cuando Manoa y su esposa trataron de detener al Ángel del Señor, Él les dijo: “Aunque me detengas, no comeré de tu pan, mas si quieres hacer holocausto, ofrécelo a Jehová” (versículo 16). El Ángel le sugirió a Manoa que ofreciera “un holocausto”. Esta era la segunda cosa que necesitaban, la dulce fragancia de un holocausto (ofrenda quemada) en su casa. Esto es absolutamente esencial en cada hogar cristiano. Como sabemos, el holocausto habla de Cristo. La separación nazarea es importante, pero esto también es importante. Los ejercicios del nazareato son de cierta forma negativos, pero esto es algo positivo. Recuerden, padres, un hogar cristiano no consiste solamente en los principios estrictos de separación nazarea; también se necesita tener la dulce fragancia de Cristo en el hogar.
Notemos también que el Ángel del Señor le dijo a Manoa que era él, el que debía presentar la ofrenda —no su esposa—. Querido hermano, como cabeza de tu hogar, eres responsable de presentar a Cristo, el holocausto, ante la familia. Como esposos y padres, marcamos la pauta en nuestros hogares, y nuestras esposas deben seguirla. Que esta sea la dulce fragancia de la gracia de Cristo. Presentamos a Cristo ante nuestras familias teniendo regularmente lecturas de la Biblia con ellos, y en nuestra conversación cotidiana.
Dos posturas de padres piadosos
Manoa aceptó la sugerencia del Ángel y le ofreció no solamente “el holocausto”, sino también “una ofrenda [de harina]”. La ofrenda de harina habla de las características morales de la vida de Cristo —estas también deben presentarse ante la familia de una forma práctica—. Cuando Manoa ofreció estas dos cosas, el Ángel “hizo milagro” (versículo 19). Dice que Él “subió en la llama” que ascendía de las ofrendas (versículo 20). Y añade, “ante los ojos de Manoa y de su mujer”. Ellos vieron al Ángel del Señor subir al cielo. ¡Qué espectáculo debe haber sido este! Habla de poner la mirada arriba hacia Cristo, el Hombre que ha ascendido al cielo. Esta es la primera postura que los padres piadosos deben tener —estar ocupados con Cristo, el Hombre a la diestra de Dios.
Luego “se postraron en tierra”. Esta es la otra postura que los padres deben tener —postrarse sobre sus rostros delante del Señor, implorando a Dios por sabiduría en cuanto a la crianza de sus hijos (Lamentaciones 2:1919Arise, cry out in the night: in the beginning of the watches pour out thine heart like water before the face of the Lord: lift up thy hands toward him for the life of thy young children, that faint for hunger in the top of every street. (Lamentations 2:19))—. ¿Está en sus hogares la dulce fragancia de Aquel que ha subido al cielo? ¿Pasan ustedes tiempo en la presencia del Señor buscando sobre sus rostros la sabiduría que viene de Él? Nuestros hogares no sólo deben ocuparse con los aspectos negativos de la separación del mal, sino también con los aspectos positivos de Cristo, el Hombre ascendido a la gloria.
Si los hijos siguen su propio camino en voluntad propia y (Dios no lo permita) se van al mundo, que nunca olviden el olor de Cristo en la casa de sus padres. Dios puede utilizar esto para hacerles volver algún día. Esto es lo que hizo volver al hijo pródigo (Lucas 15). Estando en el país lejano, pensó en la bondad de su padre y el buen ambiente en el que se había criado, y esto le hizo volver. ¡Oh, que nunca se olviden nuestros hijos del olor de ese sacrificio! Es triste decirlo; muchas veces este no es el tema principal en nuestros hogares. Muchos de nosotros hemos tenido un balance inadecuado en estas cosas. Si todo lo que nuestros hijos pueden recordar es el rigor nazareo, entonces hay un desequilibrio en nuestras casas en algún lugar. Uno que se crio entre los hermanos y luego se fue, recordó sus primeros años en la asamblea como la suma de dos cosas: “reuniones y reprensiones”. ¡Eso es todo lo que recordaba! Naturalmente, no queremos que nuestros jóvenes se vayan con esa impresión. Que Dios tenga misericordia de aquellos que hemos fallado en esto.
Primeros movimientos del Espíritu en la vida de Sansón
Ahora veamos los versículos 24-25: “Y la mujer dio a luz un hijo, y le puso por nombre Sansón. Y el niño creció, y Jehová lo bendijo. Y el Espíritu de Jehová comenzó a manifestarse en él en los campamentos de Dan, entre Zora y Estaol”. Esto es lo que todo padre busca en su hijo o hija —las señales del movimiento del Espíritu de Dios en su vida—. Querido joven creyente, no creo que tengas idea de lo mucho que tus padres suplican a Dios por ti. Diariamente buscan encontrar la más mínima evidencia de la obra del Espíritu en tu vida. Es triste decirlo; en algunos casos, los padres (y hermanos) buscan, pero no encuentran nada —ni siquiera una chispa—. Pero siguen orando. Y sin lugar a dudas, están orando por ti también. Sabemos que los jóvenes tienen un camino muy difícil de caminar, y que necesitan todo el ánimo que puedan tener.
Dice: “El Espíritu de Jehová comenzó a manifestarse en él”. Esto nos indica que Sansón obtenía su fuerza sobrenatural del Espíritu de Dios. Muchos se han imaginado a Sansón como un hombre fornido, pero él no era un hombre musculoso; su gran fuerza no radicaba en el brazo de carne. El secreto de su fuerza se encontraba en el Espíritu de Dios que estaba en él. Este sigue siendo el secreto del poder hoy en día. Me refiero ahora al poder espiritual. La Biblia dice: “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y Me seréis testigos” (Hechos 1:88But ye shall receive power, after that the Holy Ghost is come upon you: and ye shall be witnesses unto me both in Jerusalem, and in all Judea, and in Samaria, and unto the uttermost part of the earth. (Acts 1:8)). Si has sido salvado, contarás con la presencia permanente del Espíritu de Dios, y si te sometes al Espíritu, tendrás abundante poder en tu vida para caminar en santidad y servir al Señor con eficacia.
“Zora y Estaol” se encontraban a un poco más de 2 kilómetros de distancia, y Sansón vivía en Zora. Esto significa que el Espíritu comenzó a obrar en su vida dentro de su propia comarca. Esto es algo normal (Marcos 5:1919Howbeit Jesus suffered him not, but saith unto him, Go home to thy friends, and tell them how great things the Lord hath done for thee, and hath had compassion on thee. (Mark 5:19)). Algunos pueden estar muy dispuestos a cruzar el mar para servir al Señor, pero primero deben servir en casa en su asamblea local. Nuestros ejercicios espirituales deben ser vistos primeramente entre nuestros hermanos locales. En esto podemos ver que Sansón tuvo buen comienzo. Su hogar tenía las condiciones ideales: padres que oraban, ejercicios nazareos y olor de holocausto.