“Y después de Abimelec” —después de todos los desastres causados por el usurpador, Israel necesitaba de un salvador— “levantóse para librar a Israel, Tola hijo de Púa” (versículo 1).
Tola y Jair eran hombres de mucha influencia: el primero por su raza, sus antepasados son mencionados entre los hijos de Jacob que descendieron a Egipto y su genealogía referida entre los hijos de Isacar como hombres valientes en extremo (1 Crónicas 7:2). Jair por sus riquezas, el número de sus hijos y sus ciudades: indicios de prosperidad que había vuelto en Israel. Pero, cosa notable, nada agrega el relato inspirado acerca de los hechos de estos dos hombres. Este silencio nos hace pensar en un texto de la primera epístola a los Corintios y confirma que Dios elige “lo necio del mundo para avergonzar lo fuerte: lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es para deshacer lo que es, para que ninguna carne se jacte en Su presencia” (1 Corintios 1:27). Dios emplea con preferencia vasos débiles para Su obra, y es por este motivo que los jueces llevan de una manera u otra un sello de su flaqueza: además todo el valor de los instrumentos consiste en revelar algún rasgo de la persona de Cristo.
Tola se levantó para salvar a Israel, pero por lo que le concierne, y a pesar de su noble y poderosa ascendencia, lleva el carácter notado de la flaqueza de los instrumentos de Dios, en el significado de su nombre: “un gusanito”. Expresión impar para recordar al que, “crucificado en flaqueza” exclamó en la cruz: “Yo soy gusano y no hombre, oprobio de los hombres y desecho del pueblo” (Salmo 22:6). Después de Tola se levantó Jair, esto es, “mi luz”: y juzgó a Israel veintidós años: como su predecesor su nombre señala a Aquél que será “la luz del mundo”: “El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz” (Mateo 4:16). La influencia de Tola y Jair se extendía quizás sobre una región limitada en el país de Israel: pero su recuerdo nos está conservado en el libro de Dios puesto que le sirvieron en su generación, llevando los caracteres del que, más tarde, se levantó para salvar a Israel.