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Isaiah 38

Is. 38:9 KJV (With Strong’s)

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9
The writing
miktab (Hebrew #4385)
a thing written, the characters, or a document (letter, copy, edict, poem)
KJV usage: writing.
Pronounce: mik-tawb'
Origin: from 3789
of Hezekiah
Chizqiyah (Hebrew #2396)
also Ychizqiyah {yekh-iz-kee-yaw'}; or Ychizqiyahuw {yekh-iz-kee-yaw'-hoo}; from 2388 and 3050; strengthened of Jah; Chizkijah, a king of Judah, also the name of two other Israelites
KJV usage: Hezekiah, Hizkiah, Hizkijah. Compare 3169.
Pronounce: khiz-kee-yaw'
Origin: or Chizqiyahuw {khiz-kee-yaw'-hoo}
king
melek (Hebrew #4428)
a king
KJV usage: king, royal.
Pronounce: meh'-lek
Origin: from 4427
of Judah
Yhuwdah (Hebrew #3063)
celebrated; Jehudah (or Judah), the name of five Israelites; also of the tribe descended from the first, and of its territory
KJV usage: Judah.
Pronounce: yeh-hoo-daw'
Origin: from 3034
, when he had been sick
chalah (Hebrew #2470)
properly, to be rubbed or worn; hence (figuratively) to be weak, sick, afflicted; or (causatively) to grieve, make sick; also to stroke (in flattering), entreat
KJV usage: beseech, (be) diseased, (put to) grief, be grieved, (be) grievous, infirmity, intreat, lay to, put to pain, X pray, make prayer, be (fall, make) sick, sore, be sorry, make suit (X supplication), woman in travail, be (become) weak, be wounded.
Pronounce: khaw-law'
Origin: a primitive root (compare 2342, 2470, 2490)
, and was recovered
chayah (Hebrew #2421)
to live, whether literally or figuratively; causatively, to revive
KJV usage: keep (leave, make) alive, X certainly, give (promise) life, (let, suffer to) live, nourish up, preserve (alive), quicken, recover, repair, restore (to life), revive, (X God) save (alive, life, lives), X surely, be whole.
Pronounce: khaw-yaw'
Origin: a primitive root (compare 2331, 2421)
of his sickness
choliy (Hebrew #2483)
malady, anxiety, calamity
KJV usage: disease, grief, (is) sick(-ness).
Pronounce: khol-ee'
Origin: from 2470
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Cross References

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writing.
Is. 12:1‑6• 1Y dirás en aquel día: Cantaré á ti, oh Jehová: pues aunque te enojaste contra mí, tu furor se apartó, y me has consolado.
2He aquí Dios es salud mía; aseguraréme, y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es JAH Jehová, el cual ha sido salud para mí.
3Sacaréis aguas con gozo de la fuentes de la salud.
4Y diréis en aquel día: Cantad á Jehová, aclamad su nombre, haced célebres en los pueblos sus obras, recordad que su nombre es engrandecido.
5Cantad salmos á Jehová; porque ha hecho cosas magníficas: sea sabido esto por toda la tierra.
6Regocíjate y canta, oh moradora de Sión: porque grande es en medio de ti el Santo de Israel.
(Is. 12:1‑6)
;
Éx. 15:1‑21• 1Entonces cantó Moisés y los hijos de Israel este cántico á Jehová, y dijeron: Cantaré yo á Jehová, porque se ha magnificado grandemente, Echando en la mar al caballo y al que en él subía.
2Jehová es mi fortaleza, y mi canción, Y hame sido por salud: Este es mi Dios, y á éste engrandeceré; Dios de mi padre, y á éste ensalzaré.
3Jehová, varón de guerra; Jehová es su nombre.
4Los carros de Faraón y á su ejército echó en la mar; Y sus escogidos príncipes fueron hundidos en el mar Bermejo.
5Los abismos los cubrieron; Como piedra descendieron á los profundos.
6Tu diestra, oh Jehová, ha sido magnificada en fortaleza; Tu diestra, oh Jehová, ha quebrantado al enemigo.
7Y con la grandeza de tu poder has trastornado á los que se levantaron contra ti: Enviaste tu furor; los tragó como á hojarasca.
8Con el soplo de tus narices se amontonaron las aguas; Paráronse las corrientes como en un montón; Los abismos se cuajaron en medio de la mar.
9El enemigo dijo: Perseguiré, prenderé, repartiré despojos; Mi alma se henchirá de ellos; Sacaré mi espada, destruirlos ha mi mano.
10Soplaste con tu viento, cubriólos la mar: Hundiéronse como plomo en las impetuosas aguas.
11¿Quién como tú, Jehová, entre los dioses? ¿Quién como tú, magnífico en santidad, Terrible en loores, hacedor de maravillas?
12Extendiste tu diestra; La tierra los tragó.
13Condujiste en tu misericordia á este pueblo, al cual salvaste; Llevástelo con tu fortaleza á la habitación de tu santuario.
14Oiránlo los pueblos, y temblarán; Apoderarse ha dolor de los moradores de Palestina.
15Entonces los príncipes de Edom se turbarán; A los robustos de Moab los ocupará temblor; Abatirse han todos los moradores de Canaán.
16Caiga sobre ellos temblor y espanto; A la grandeza de tu brazo enmudezcan como una piedra; Hasta que haya pasado tu pueblo, oh Jehová, Hasta que haya pasado este pueblo que tú rescataste.
17Tú los introducirás y los plantarás en el monte de tu heredad, En el lugar de tu morada, que tú has aparejado, oh Jehová; En el santuario del Señor, que han afirmado tus manos.
18Jehová reinará por los siglos de los siglos.
19Porque Faraón entró cabalgando con sus carros y su gente de á caballo en la mar, y Jehová volvió á traer las aguas de la mar sobre ellos; mas los hijos de Israel fueron en seco por medio de la mar.
20Y María la profetisa, hermana de Aarón, tomó un pandero en su mano, y todas las mujeres salieron en pos de ella con panderos y danzas.
21Y María les respondía: Cantad á Jehová; porque en extremo se ha engrandecido, Echando en la mar al caballo, y al que en él subía.
(Éx. 15:1‑21)
;
Jue. 5:1‑31• 1Y aquel día cantó Débora, con Barac, hijo de Abinoam, diciendo:
2Porque ha vengado las injurias de Israel, Porque el pueblo se ha ofrecido de su voluntad, Load á Jehová.
3Oid, reyes; estad, oh príncipes, atentos: Yo cantaré á Jehová, Cantaré salmos á Jehová Dios de Israel.
4Cuando saliste de Seir, oh Jehová, Cuando te apartaste del campo de Edom, La tierra tembló, y los cielos destilaron, Y las nubes gotearon aguas.
5Los montes se derritieron delante de Jehová, Aqueste Sinaí, delante de Jehová Dios de Israel.
6En los días de Samgar hijo de Anath, En los días de Jael, cesaron los caminos, Y los que andaban por las sendas apartábanse por torcidos senderos.
7Las aldeas habían cesado en Israel, habían decaído; Hasta que yo Débora me levanté, Me levanté madre en Israel.
8En escogiendo nuevos dioses, La guerra estaba á las puertas: ¿Se veía escudo ó lanza Entre cuarenta mil en Israel?
9Mi corazón está por los príncipes de Israel, Los que con buena voluntad se ofrecieron entre el pueblo: Load á Jehová.
10Vosotros los que cabalgáis en asnas blancas, Los que presidís en juicio, Y vosotros los que viajáis, hablad.
11Lejos del ruido de los archeros, en los abrevaderos, Allí repetirán las justicias de Jehová, Las justicias de sus villas en Israel; Entonces bajará el pueblo de Jehová á las puertas.
12Despierta, despierta, Débora; Despierta, despierta, profiere un cántico. Levántate, Barac, y lleva tus cautivos, hijo de Abinoam.
13Entonces ha hecho que el que quedó del pueblo, señoree á los magníficos: Jehová me hizo enseñorear sobre los fuertes.
14De Ephraim salió su raíz contra Amalec, Tras ti, Benjamín, contra tus pueblos; De Machîr descendieron príncipes, Y de Zabulón los que solían manejar punzón de escribiente.
15Príncipes también de Issachâr fueron con Débora; Y como Issachâr, también Barac Se puso á pie en el valle. De las divisiones de Rubén Hubo grandes impresiones del corazón.
16¿Por qué te quedaste entre las majadas, Para oir los balidos de los rebaños? De las divisiones de Rubén Grandes fueron las disquisiciones del corazón.
17Galaad se quedó de la otra parte del Jordán: Y Dan ¿por qué se estuvo junto á los navíos? Mantúvose Aser á la ribera de la mar, Y quedóse en sus puertos.
18El pueblo de Zabulón expuso su vida á la muerte, Y Nephtalí en las alturas del campo.
19Vinieron reyes y pelearon: Entonces pelearon los reyes de Canaán En Taanac, junto á las aguas de Megiddo, Mas no llevaron ganancia alguna de dinero.
20De los cielos pelearon: Las estrellas desde sus órbitas pelearon contra Sísara.
21Barriólos el torrente de Cisón, El antiguo torrente, el torrente de Cisón. Hollaste, oh alma mía, con fortaleza.
22Despalmáronse entonces las uñas de los caballos Por las arremetidas, por los brincos de sus valientes.
23Maldecid á Meroz, dijo el ángel de Jehová: Maldecid severamente á sus moradores, Porque no vinieron en socorro a Jehová, En socorro á Jehová contra los fuertes.
24Bendita sea entre las mujeres Jael, Mujer de Heber Cineo; Sobre las mujeres bendita sea en la tienda.
25El pidió agua, y dióle ella leche; En tazón de nobles le presentó manteca.
26Su mano tendió á la estaca, Y su diestra al mazo de trabajadores; Y majó á Sísara, hirió su cabeza, Llagó y atravesó sus sienes.
27Cayó encorvado entre sus pies, quedó tendido: Entre sus pies cayó encorvado; Donde se encorvó, allí cayó muerto.
28La madre de Sísara se asoma á la ventana, Y por entre las celosías á voces dice: ¿Por qué se detiene su carro, que no viene? ¿Por qué las ruedas de sus carros se tardan?
29Las más avisadas de sus damas le respondían; Y aun ella se respondía á sí misma.
30¿No han hallado despojos, y los están repartiendo? A cada uno una moza, ó dos: Los despojos de colores para Sísara, Los despojos bordados de colores: La ropa de color bordada de ambos lados, para los cuellos de los que han tomado los despojos.
31Así perezcan todos tus enemigos, oh Jehová: Mas los que le aman, sean como el sol cuando nace en su fuerza. Y la tierra reposó cuarenta años.
(Jue. 5:1‑31)
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1 S. 2:1‑10• 1Y Anna oró y dijo: Mi corazón se regocija en Jehová, Mi cuerno es ensalzado en Jehová; Mi boca se ensanchó sobre mis enemigos, Por cuanto me alegré en tu salud.
2No hay santo como Jehová: Porque no hay ninguno fuera de ti; Y no hay refugio como el Dios nuestro.
3No multipliquéis hablando grandezas, altanerías; Cesen las palabras arrogantes de vuestra boca; Porque el Dios de todo saber es Jehová, Y á él toca el pesar las acciones.
4Los arcos de los fuertes fueron quebrados, Y los flacos se ciñeron de fortaleza.
5Los hartos se alquilaron por pan: Y cesaron los hambrientos: Hasta parir siete la estéril, Y la que tenía muchos hijos enfermó.
6Jehová mata, y él da vida: El hace descender al sepulcro, y hace subir.
7Jehová empobrece, y él enriquece: Abate, y ensalza.
8El levanta del polvo al pobre, Y al menesteroso ensalza del estiércol, Para asentarlo con los príncipes; Y hace que tengan por heredad asiento de honra: Porque de Jehová son las columnas de la tierra, Y él asentó sobre ellas el mundo.
9El guarda los pies de sus santos, Mas los impíos perecen en tinieblas; Porque nadie será fuerte por su fuerza.
10Delante de Jehová serán quebrantados sus adversarios, Y sobre ellos tronará desde los cielos: Jehová juzgará los términos de la tierra, Y dará fortaleza á su Rey, Y ensalzará el cuerno de su Mesías.
(1 S. 2:1‑10)
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Sal. 18:1• 1Al Músico principal: Salmo de David, siervo de Jehová, el cual profirió á Jehová las palabras de este cántico el día que le libró Jehová de mano de todos sus enemigos, y de mano de Saúl. Entonces dijo: Amarte he, oh Jehová, fortaleza mía. (Sal. 18:1)
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Sal. 18•  (Sal. 18)
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Sal. 30:11‑12• 11Has tornado mi endecha en baile; Desataste mi saco, y ceñísteme de alegría.
12Por tanto á ti cantaré, gloria mía, y no estaré callado. Jehová Dios mío, te alabaré para siempre.
(Sal. 30:11‑12)
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Sal. 107:17‑22• 17Los insensatos, á causa del camino de su rebelión Y á causa de sus maldades, fueron afligidos.
18Su alma abominó toda vianda, Y llegaron hasta las puertas de la muerte.
19Mas clamaron á Jehová en su angustia, Y salvólos de sus aflicciones.
20Envió su palabra, y curólos, Y librólos de su ruina.
21Alaben la misericordia de Jehová, Y sus maravillas para con los hijos de los hombres:
22Y sacrifiquen sacrificios de alabanza, Y publiquen sus obras con júbilo.
(Sal. 107:17‑22)
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Sal. 116:1‑4• 1Amo á Jehová, pues ha oído Mi voz y mis súplicas.
2Porque ha inclinado á mí su oído, Invocaré le por tanto en todos mis días.
3Rodeáronme los dolores de la muerte, Me encontraron las angustias del sepulcro: Angustia y dolor había yo hallado.
4Entonces invoqué el nombre de Jehová, diciendo: Libra ahora, oh Jehová, mi alma.
(Sal. 116:1‑4)
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Sal. 118:18‑19• 18Castigóme gravemente JAH: Mas no me entregó á la muerte.
19Abridme las puertas de la justicia: Entraré por ellas, alabaré á JAH.
(Sal. 118:18‑19)
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Jon. 2:1‑9• 1Y oró Jonás desde el vientre del pez á Jehová su Dios.
2Y dijo: Clamé de mi tribulación á Jehová, Y él me oyó; Del vientre del sepulcro clamé, Y mi voz oiste.
3Echásteme en el profundo, en medio de los mares, Y rodeóme la corriente; Todas tus ondas y tus olas pasaron sobre mí.
4Y yo dije: Echado soy de delante de tus ojos: Mas aun veré tu santo templo.
5Las aguas me rodearon hasta el alma, Rodeóme el abismo; La ova se enredó á mi cabeza.
6Descendí á las raíces de los montes; La tierra echó sus cerraduras sobre mí para siempre: Mas tú sacaste mi vida de la sepultura, oh Jehová Dios mío.
7Cuando mi alma desfallecía en mí, acordéme de Jehová; Y mi oración entró hasta ti en tu santo templo.
8Los que guardan las vanidades ilusorias, Su misericordia abandonan.
9Yo empero con voz de alabanza te sacrificaré; Pagaré lo que prometí. La salvación pertenece á Jehová.
(Jon. 2:1‑9)
he had.
We have here Hezekiah's thanksgiving song, which he penned by Divine direction, after his recovery.
He might have used some of the Psalms of David his father, as he had appointed the Levites to praise the Lord with the words of David, 2 Ch 29:30, but the occasion here was extraordinary.
His heart being full of devout affections, he would not confine himself to the compositions he had, though of Divine inspiration, but offered up his praises in his own words.
The Lord put a new song into his mouth.
He put his thanksgiving into writing, that he might review it himself afterwards, for the reviving of the good impressions made upon him by the providential interference, and that it might be recommended to others also for their use upon the like occasion.

J. N. Darby Translation

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9
The writing of Hezekiah king of Judah, when he had been sick and had recovered from his sickness: