Éxodo 35-40: Consagración y obediencia

Exodus 35‑40
Hemos llegado ahora a la sección final del libro. Éxodo 32 al 34 son parentéticos. El comienzo del capítulo 35 es, por lo tanto, una continuación de Éxodo 31; pero si es una continuación, es sólo una continuación de la gracia de Dios. Si Él hubiese tratado con Israel por su pecado, según los términos del pacto en que habían entrado voluntariamente, su historia como nación, y la narración de los tratos de Dios con ellos, habrían terminado después del capítulo 31. Pero hemos visto de qué manera, a pesar de su grave caída, fueron perdonados por intermedio de la tierna misericordia de Jehová ante la mediación e intercesión de Moisés, y fueron llevados de regreso a la relación con Él como Su pueblo. Por tanto, habiendo propuesto los términos de Su segundo pacto, Él es libre, en gracia, para continuar Su presencia con ellos, y por eso encontramos, en estos capítulos finales, la ejecución real de los mandamientos que Moisés había recibido con respecto a la construcción del Tabernáculo. Pero, como preparación para esto, el día de reposo es ordenado nuevamente.
“Moisés convocó a toda la congregación de los hijos de Israel y les dijo: Estas son las cosas que Jehová ha mandado que sean hechas: Seis días se trabajará, mas el día séptimo os será santo, día de reposo para Jehová; cualquiera que en él hiciere trabajo alguno, morirá. No encenderéis fuego en ninguna de vuestras moradas en el día de reposo” (Éxodo 35:1-31And Moses gathered all the congregation of the children of Israel together, and said unto them, These are the words which the Lord hath commanded, that ye should do them. 2Six days shall work be done, but on the seventh day there shall be to you an holy day, a sabbath of rest to the Lord: whosoever doeth work therein shall be put to death. 3Ye shall kindle no fire throughout your habitations upon the sabbath day. (Exodus 35:1‑3)).
Jehová, como se ha declarado anteriormente, le recuerda siempre al pueblo el fin y el objeto de todos Sus modos de obrar para con ellos; a saber, entrar en Su reposo. Este era el fin propuesto, independientemente de cuan imposible llegase a ser para ellos alcanzarlo debido a su incredulidad. Por eso es que el día de reposo se encuentra de nuevo en este lugar, así como se lo encuentra siempre cuando alguna nueva relación se forma entre Dios y el pueblo. Llega a ser así una especie de prefacio al relato de la construcción del santuario.
Acto seguido, Moisés proclama el deseo de Jehová de recibir una ofrenda de Su pueblo —una ofrenda de varios materiales necesarios para la hechura del Tabernáculo (Éxodo 35:5-195Take ye from among you an offering unto the Lord: whosoever is of a willing heart, let him bring it, an offering of the Lord; gold, and silver, and brass, 6And blue, and purple, and scarlet, and fine linen, and goats' hair, 7And rams' skins dyed red, and badgers' skins, and shittim wood, 8And oil for the light, and spices for anointing oil, and for the sweet incense, 9And onyx stones, and stones to be set for the ephod, and for the breastplate. 10And every wise hearted among you shall come, and make all that the Lord hath commanded; 11The tabernacle, his tent, and his covering, his taches, and his boards, his bars, his pillars, and his sockets, 12The ark, and the staves thereof, with the mercy seat, and the vail of the covering, 13The table, and his staves, and all his vessels, and the showbread, 14The candlestick also for the light, and his furniture, and his lamps, with the oil for the light, 15And the incense altar, and his staves, and the anointing oil, and the sweet incense, and the hanging for the door at the entering in of the tabernacle, 16The altar of burnt offering, with his brazen grate, his staves, and all his vessels, the laver and his foot, 17The hangings of the court, his pillars, and their sockets, and the hanging for the door of the court, 18The pins of the tabernacle, and the pins of the court, and their cords, 19The cloths of service, to do service in the holy place, the holy garments for Aaron the priest, and the garments of his sons, to minister in the priest's office. (Exodus 35:5‑19))—. Dios querría que Su pueblo entrase en Sus pensamientos y deseos para bendición de ellos, y les permite, en Su gracia y misericordia, traer estos materiales como una ofrenda. Él indica lo que deben traer, aunque todo lo que poseían era Su propio don (véase 1 Crónicas 29:1414But who am I, and what is my people, that we should be able to offer so willingly after this sort? for all things come of thee, and of thine own have we given thee. (1 Chronicles 29:14)), y Él lo reconocería luego como ofrenda de ellos. Siempre es así. Los creyentes no pueden hacer ninguna cosa de sí mismos. Toda buena obra es el producto del Espíritu de Dios, y preparada de antemano por Dios (Efesios 2:1010For we are his workmanship, created in Christ Jesus unto good works, which God hath before ordained that we should walk in them. (Ephesians 2:10)), y no obstante, cuando se lleva a cabo, Dios, en Su gracia, la adjudica a ellos, y los viste con el lino fino que es la justicia de los santos. (“porque el lino fino blanco es la perfecta justicia de los santos”; Apocalipsis 19:8,8And to her was granted that she should be arrayed in fine linen, clean and white: for the fine linen is the righteousness of saints. (Revelation 19:8) VM).
Es proclamada así la voluntad de Dios para recibir de parte de Su pueblo. La gracia de Dios, en este particular, tocó y abrió sus corazones; “Y vino todo varón a quien su corazón estimuló, y todo aquel a quien su espíritu le dio voluntad, con ofrenda a Jehová para la obra del tabernáculo de reunión y para toda su obra, y para las sagradas vestiduras” (Éxodo 35:2121And they came, every one whose heart stirred him up, and every one whom his spirit made willing, and they brought the Lord's offering to the work of the tabernacle of the congregation, and for all his service, and for the holy garments. (Exodus 35:21)). Y leemos nuevamente, “De los hijos de Israel, así hombres como mujeres, todos los que tuvieron corazón voluntario para traer para toda la obra, que Jehová había mandado por medio de Moisés que hiciesen, trajeron ofrenda voluntaria a Jehová” (Éxodo 35:2929The children of Israel brought a willing offering unto the Lord, every man and woman, whose heart made them willing to bring for all manner of work, which the Lord had commanded to be made by the hand of Moses. (Exodus 35:29)). En estas declaraciones hay principios involucrados que son aplicables a todas las dispensaciones. El apóstol insiste en lo mismo cuando dice, “Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre” (2 Corintios 9:77Every man according as he purposeth in his heart, so let him give; not grudgingly, or of necessity: for God loveth a cheerful giver. (2 Corinthians 9:7); léase el capítulo completo). Es, por tanto, de la mayor importancia recordar que todo lo ofrecido a Dios debe proceder de corazones hechos dispuestos por Su Espíritu, que ello debe ser espontáneo, y no el resultado de persuasión o de presión externa, sino de corazón. La iglesia de Dios estaría actualmente en un estado muy diferente si se hubiese recordado esto. ¿Hay algo que haya provocado más ruina que los muchos esquemas mundanos aplicados para la obtención de dinero? ¿y qué hay más humillante que el hecho de que se usen solicitudes de todo tipo para inducir al pueblo del Señor para que ofrezca sus dones? Moisés se sentía satisfecho anunciando que Jehová estaba dispuesto a recibir, y dejó que sus amables comunicaciones produjesen su efecto adecuado sobre los corazones de los hijos de Israel. No necesitó hacer más; y si los santos de ahora estuviesen en la corriente de los pensamientos de Dios, imitarían el ejemplo de Moisés, y evitarían la idea misma de obtener siquiera el don más pequeño, excepto si fuese presentado por propia voluntad, y desde el corazón, como siendo esto el efecto de la obra del Espíritu de Dios. Y que se tome nota que no faltó nada; ya que en el capítulo siguiente hallamos que los expertos que hacían toda la obra vinieron a Moisés y dijeron, “El pueblo trae mucho más de lo que se necesita para la obra que Jehová ha mandado que se haga. Entonces Moisés mandó pregonar por el campamento, diciendo: Ningún hombre ni mujer haga más para la ofrenda del santuario. Así se le impidió al pueblo ofrecer más; pues tenían material abundante para hacer toda la obra, y sobraba” (Éxodo 36:5-75And they spake unto Moses, saying, The people bring much more than enough for the service of the work, which the Lord commanded to make. 6And Moses gave commandment, and they caused it to be proclaimed throughout the camp, saying, Let neither man nor woman make any more work for the offering of the sanctuary. So the people were restrained from bringing. 7For the stuff they had was sufficient for all the work to make it, and too much. (Exodus 36:5‑7)). Con excepción de los primeros días, a partir de Pentecostés, es probable que no se haya visto nunca nada que responda a esto, aun en la historia de la iglesia. La queja crónica es ahora con respecto a la insuficiencia de medios para llevar a cabo la obra del Señor. Pero nunca es demasiado a menudo recordar —primero, que a la iglesia de Dios jamás se la considera como responsable de obtener los medios; en segundo lugar, que si el Señor da trabajo por hacer, Él mismo pondrá en los corazones de Su pueblo el contribuir con lo que sea necesario; en tercer lugar, que estamos transitando fuera de la dependencia, y actuando según nuestros propios pensamientos, si emprendemos hacer cualquier cosa para la cual no se haya hecho ya la provisión necesaria; y, por último, que los dones procurados por medios humanos rara vez pueden ser usados para bendición.
Además, si la liberalidad fue el fruto de la acción del Espíritu de Dios, así también lo fue la sabiduría. La liberalidad proporcionó los materiales necesarios, y la sabiduría los usó según la mente divina. Jehová llenó a Bezaleel con el Espíritu de Dios, en sabiduría, en inteligencia, y en todo arte; y Él puso también en su corazón que pudiera enseñar, tanto él como Aholiab, hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan (Éxodo 35:31-3531And he hath filled him with the spirit of God, in wisdom, in understanding, and in knowledge, and in all manner of workmanship; 32And to devise curious works, to work in gold, and in silver, and in brass, 33And in the cutting of stones, to set them, and in carving of wood, to make any manner of cunning work. 34And he hath put in his heart that he may teach, both he, and Aholiab, the son of Ahisamach, of the tribe of Dan. 35Them hath he filled with wisdom of heart, to work all manner of work, of the engraver, and of the cunning workman, and of the embroiderer, in blue, and in purple, in scarlet, and in fine linen, and of the weaver, even of them that do any work, and of those that devise cunning work. (Exodus 35:31‑35)). Los obreros fueron el don de Dios, y la sabiduría y la inteligencia necesaria para su obra procedieron también de Aquel mediante la acción de Su Espíritu; y Él los dotó, también, con la capacidad de enseñar a los demás; y, de este modo, se asoció a ellos, “todo hombre sabio de corazón a quien Jehová dio sabiduría e inteligencia para saber hacer toda la obra del servicio del santuario, harán todas las cosas que ha mandado Jehová” (Éxodo 36:11Then wrought Bezaleel and Aholiab, and every wise hearted man, in whom the Lord put wisdom and understanding to know how to work all manner of work for the service of the sanctuary, according to all that the Lord had commanded. (Exodus 36:1)). Podemos, ciertamente, contemplar en estos obreros el modelo de todos los siervos verdaderos en cada dispensación. Habiendo sido llamados por Dios, como se señaló en Éxodo 31, toda su actividad fue el fruto del Espíritu de Dios. No eran suficientes en ellos mismos para pensar que cosa alguna procedía de ellos mismos, pero la suficiencia de ellos provino de Dios. (“No es que seamos suficientes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra suficiencia proviene de Dios”; 2 Corintios 3:5,5Not that we are sufficient of ourselves to think any thing as of ourselves; but our sufficiency is of God; (2 Corinthians 3:5) LBLA). La habilidad humana, la sabiduría o las invenciones humanas, no habrían hecho más que empañar la perfección del diseño divino; y por eso, los obreros debían ser nada más que vasos —vasos para la exhibición de la sabiduría y la comprensión y la enseñanza divinas—. Bueno es para el obrero cuando recuerda que, al igual que Bezaleel y Aholiab, no es más que un vaso; porque es entonces que el Señor puede usarle para Su gloria en la ejecución de Su voluntad y de Sus pensamientos.
Pasando a Éxodo 39, aprendemos que toda la obra fue hecha como el Señor había ordenado a Moisés. La esencia de todo servicio es la obediencia, y la prueba de todo lo hecho es si se conforma, o no, al pensamiento revelado de Dios. Jehová había dado ciertas instrucciones a Moisés, y había enseñado a Sus siervos para la obra; y, como consecuencia, la única pregunta con respecto a su trabajo, cuando se completó, fue, ¿corresponde en cada detalle al modelo dado? El Espíritu de Dios ha respondido esta pregunta, afirmando no menos de diez veces en este capítulo, que la obra fue ejecutada tal como Jehová había ordenado a Moisés. (Éxodo 39:1,5,7,21,26,29,31,32,42,431And of the blue, and purple, and scarlet, they made cloths of service, to do service in the holy place, and made the holy garments for Aaron; as the Lord commanded Moses. (Exodus 39:1)
5And the curious girdle of his ephod, that was upon it, was of the same, according to the work thereof; of gold, blue, and purple, and scarlet, and fine twined linen; as the Lord commanded Moses. (Exodus 39:5)
7And he put them on the shoulders of the ephod, that they should be stones for a memorial to the children of Israel; as the Lord commanded Moses. (Exodus 39:7)
21And they did bind the breastplate by his rings unto the rings of the ephod with a lace of blue, that it might be above the curious girdle of the ephod, and that the breastplate might not be loosed from the ephod; as the Lord commanded Moses. (Exodus 39:21)
26A bell and a pomegranate, a bell and a pomegranate, round about the hem of the robe to minister in; as the Lord commanded Moses. (Exodus 39:26)
29And a girdle of fine twined linen, and blue, and purple, and scarlet, of needlework; as the Lord commanded Moses. (Exodus 39:29)
31And they tied unto it a lace of blue, to fasten it on high upon the mitre; as the Lord commanded Moses. 32Thus was all the work of the tabernacle of the tent of the congregation finished: and the children of Israel did according to all that the Lord commanded Moses, so did they. (Exodus 39:31‑32)
42According to all that the Lord commanded Moses, so the children of Israel made all the work. 43And Moses did look upon all the work, and, behold, they had done it as the Lord had commanded, even so had they done it: and Moses blessed them. (Exodus 39:42‑43)
). Ellos, por tanto, cumplieron con su responsabilidad hacia Dios, y, por consiguiente, recibieron Su aprobación y elogio en esta declaración repetida y significadora: que toda la obra de ellos se caracterizó por la obediencia. Esto proporciona el importante principio de que todo lo que reclama ser de Dios debe someterse a ser probado por la Palabra de Dios. El mismo principio es confirmado por nuestro bendito Señor en Su mensaje a las siete iglesias. “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias” (Apocalipsis 2:11,11He that hath an ear, let him hear what the Spirit saith unto the churches; He that overcometh shall not be hurt of the second death. (Revelation 2:11) etc.). Y jamás hubo tanta necesidad de que esto sea aplicado como la hay actualmente. No se puede concebir que Moisés hubiese aceptado, mucho menos Jehová, una sola cosa, por muy inocente, o incluso hermosa, que fuese en sí misma, que no correspondiese al modelo que le mostró en el monte. ¿Por qué se debe esperar ahora que los creyentes acepten y aprueben algo en relación con la iglesia de Dios, que no responda a las Escrituras? No; todo lo que no lleve el sello y la sanción de la Palabra de Dios debe ser severamente rechazado, por muy encerrado que esté en los afectos, o elogiado por su vetusta antigüedad. Puesto que, ¿se debe suponer, por un momento, que el Señor es menos celoso con respecto a Su iglesia —la iglesia que Él amó, y por la cual se entregó— que con respecto al Tabernáculo? ¿O que permite que en una se introduzca la sabiduría del hombre, o el orden humano, cuando Él los ha excluido tan enteramente de lo otro? La suposición es monstruosa. Por lo tanto, que jamás se olvide que el Señor mide todo por Su Palabra, y por eso nuestra responsabilidad es, también, medir todo por Su Palabra.
En el último capítulo tenemos la construcción, propiamente dicha, del Tabernáculo, y a Jehová tomando posesión de él como Su habitación en medio de Israel. Hay varios puntos que deben ser indicados. Se observará, en primer lugar, que el Tabernáculo debía ser erigido en el aniversario de la salida de ellos de Egipto (Éxodo 12:22This month shall be unto you the beginning of months: it shall be the first month of the year to you. (Exodus 12:2)) —en el primer día del mes primero (Éxodo 40:22On the first day of the first month shalt thou set up the tabernacle of the tent of the congregation. (Exodus 40:2))—. Así como la liberación de ellos de la casa de su servidumbre constituyó el comienzo de su historia espiritual, del mismo modo la habitación de Jehová en medio de ellos dio forma, moralmente, a un nuevo período de tiempo. Las dos cosas se unen en el Cristianismo. Cuando el alma es sacada de estar bajo condenación, y llega a conocer la paz con Dios, el perdón de pecados por medio de la sangre de Cristo, Dios la sella mediante el don de Su Espíritu que hace de la persona Su habitación. El comienzo de la vida espiritual —vida espiritual conocida y disfrutada— y el llegar a ser un templo del Espíritu Santo coinciden.
El orden impuesto en el arreglo de los utensilios sagrados difiere tanto del que se encuentra en las instrucciones dadas en el monte, como de aquel de la construcción de ellos. El arca del testimonio, después de erigido el Tabernáculo, es colocada primero en su lugar —lo que distinguía especialmente el Tabernáculo como siendo el santuario de Dios, en vista de que el arca era Su trono en la tierra—. Luego, el arca fue cubierta con el velo; es decir, aislada de la vista. La mesa de los panes de la proposición fue llevada, a continuación, al lugar santo —el compartimiento junto al lugar santísimo— y el pan fue colocado en orden sobre ella; después, el candelero de oro puro, y las lámparas encendidas delante de Jehová; luego, el altar de oro, el altar del incienso, fue puesto “delante del velo”, delante del arca del testimonio, y se quemó sobre él incienso; y, finalmente, se puso la cortina a la puerta del Tabernáculo. Esto completó el arreglo del lugar santo. El altar del holocausto vino a continuación delante de la entrada del Tabernáculo, de la tienda de reunión —y se ofreció sobre él el holocausto y la ofrenda vegetal—; luego fue traída la fuente y fue puesta entre la tienda (el tabernáculo) de reunión y el altar, se puso en ella agua, y Moisés y Aarón y sus hijos lavaron en ella sus manos y sus pies, etc. (Éxodo 40:30-3130And he set the laver between the tent of the congregation and the altar, and put water there, to wash withal. 31And Moses and Aaron and his sons washed their hands and their feet thereat: (Exodus 40:30‑31)). Inmediatamente después, se erigió el atrio alrededor del Tabernáculo y del altar, y se puso en su lugar la cortina a la entrada del atrio —y esto completó el Tabernáculo con todos sus arreglos—. Además, el Tabernáculo, y todo lo que había en él, iba a ser ungido con el aceite de la unción, y santificado con todos sus utensilios (Éxodo 40:99And thou shalt take the anointing oil, and anoint the tabernacle, and all that is therein, and shalt hallow it, and all the vessels thereof: and it shall be holy. (Exodus 40:9)). Debía ser santo. Así también con el altar del holocausto —con todos sus utensilios— para que el altar fuera santificado. Debía ser un altar santísimo. También la fuente y su base debían ser ungidas para santificarlos. Por último, Aarón y sus hijos debían ser consagrados y vestidos, para que pudiesen ministrar a Jehová en el cargo de sacerdotes; “para que su unción les sea por señal de un sacerdocio perdurable, durante sus generaciones” (Éxodo 40:9-15,9And thou shalt take the anointing oil, and anoint the tabernacle, and all that is therein, and shalt hallow it, and all the vessels thereof: and it shall be holy. 10And thou shalt anoint the altar of the burnt offering, and all his vessels, and sanctify the altar: and it shall be an altar most holy. 11And thou shalt anoint the laver and his foot, and sanctify it. 12And thou shalt bring Aaron and his sons unto the door of the tabernacle of the congregation, and wash them with water. 13And thou shalt put upon Aaron the holy garments, and anoint him, and sanctify him; that he may minister unto me in the priest's office. 14And thou shalt bring his sons, and clothe them with coats: 15And thou shalt anoint them, as thou didst anoint their father, that they may minister unto me in the priest's office: for their anointing shall surely be an everlasting priesthood throughout their generations. (Exodus 40:9‑15) VM).
Como en el caso de Bezaleel y Aholiab, junto con sus compañeros de trabajo, así con Moisés, el Espíritu de Dios puso Su sello de elogio sobre la manera en que llevó a cabo la obra que se le encomendó. ¿Y cuál es la recompensa de alabanza que Él concede? Es que todo fue hecho en obediencia —“como Jehová había mandado a Moisés”. Ocho veces se repite que todo fue hecho según las instrucciones que él había recibido (Éxodo 40:16,19,21,23,25,27,29,3216Thus did Moses: according to all that the Lord commanded him, so did he. (Exodus 40:16)
19And he spread abroad the tent over the tabernacle, and put the covering of the tent above upon it; as the Lord commanded Moses. (Exodus 40:19)
21And he brought the ark into the tabernacle, and set up the vail of the covering, and covered the ark of the testimony; as the Lord commanded Moses. (Exodus 40:21)
23And he set the bread in order upon it before the Lord; as the Lord had commanded Moses. (Exodus 40:23)
25And he lighted the lamps before the Lord; as the Lord commanded Moses. (Exodus 40:25)
27And he burnt sweet incense thereon; as the Lord commanded Moses. (Exodus 40:27)
29And he put the altar of burnt offering by the door of the tabernacle of the tent of the congregation, and offered upon it the burnt offering and the meat offering; as the Lord commanded Moses. (Exodus 40:29)
32When they went into the tent of the congregation, and when they came near unto the altar, they washed; as the Lord commanded Moses. (Exodus 40:32)
). Por lo tanto, aprendemos nuevamente el valor de la obediencia a los ojos del Señor. Como Samuel dijo a Saúl, “Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros” (1 Samuel 15:2222And Samuel said, Hath the Lord as great delight in burnt offerings and sacrifices, as in obeying the voice of the Lord? Behold, to obey is better than sacrifice, and to hearken than the fat of rams. (1 Samuel 15:22)). Como, de hecho, nuestro bendito Señor dijo, “Si me amáis, guardad mis mandamientos” (Juan 14). Si falta la obediencia, independientemente de lo que pueda haber de real consagración y celo, ningún servicio ofrecido puede ser aceptable para Dios. Y es precisamente aquí donde muchos cristianos fracasan. Jamás hubo una época de mayor energía y actividad, ni cuando grandes multitudes se reúnen, de manera profesada, para la adoración; pero cuando estas cosas son medidas por la prueba que proporcionan las palabras, “como Jehová había mandado a Moisés”, entonces se descubre que la voluntad del hombre, y no la del Señor, es, a menudo, la fuente primordial de todo. Observen, nuevamente, lo que se ha reforzado más de una vez, que este elogio es dado a Moisés por el Espíritu acerca de su acción con respecto a la casa de Dios. La iglesia es ahora la casa de Dios —la morada de Dios en el Espíritu (Efesios 2:2222In whom ye also are builded together for an habitation of God through the Spirit. (Ephesians 2:22))—. Si, por tanto, era por sobre todo necesario que Moisés llevara a cabo estricta y cuidadosamente las instrucciones que había recibido con respecto al Tabernáculo, es igualmente importante que la Palabra de Dios sea nuestra única guía en todos los asuntos que afectan a la iglesia. Hallamos, por tanto, que en el mensaje que el Señor resucitado envió a la iglesia en Filadelfia, el hecho de que ellos habían guardado Su palabra fue un terreno especial de Su aprobación. (Apocalipsis 3:88I know thy works: behold, I have set before thee an open door, and no man can shut it: for thou hast a little strength, and hast kept my word, and hast not denied my name. (Revelation 3:8)). No se podía conceder alabanza más elevada. “Así acabó Moisés la obra” (Éxodo 40:3333And he reared up the court round about the tabernacle and the altar, and set up the hanging of the court gate. So Moses finished the work. (Exodus 40:33)) —acabó todo en obediencia a la Palabra de Jehová.
Finalmente, Jehová toma posesión del santuario que había sido hecho para que Él pudiera habitar entre ellos. La conexión es de lo más significadora. “Así acabó Moisés la obra. Entonces una nube cubrió el tabernáculo de reunión, y la gloria de Jehová llenó el tabernáculo. Y no podía Moisés entrar en el tabernáculo de reunión, porque la nube estaba sobre él, y la gloria de Jehová lo llenaba” (Éxodo 40:34-3534Then a cloud covered the tent of the congregation, and the glory of the Lord filled the tabernacle. 35And Moses was not able to enter into the tent of the congregation, because the cloud abode thereon, and the glory of the Lord filled the tabernacle. (Exodus 40:34‑35)). No fue sólo el respaldo público de Jehová a la obra que había sido ejecutada, sino que fue también Su toma de posesión de Su casa a la vista de todo Israel; porque la nube, el símbolo de Su presencia, cubrió la tienda por fuera, y Su gloria llenó el Tabernáculo adentro. Fue así —de una manera aún más sorprendente— cuando el templo fue edificado. “Cuando sonaban, pues, las trompetas, y cantaban todos a una, para alabar y dar gracias a Jehová, y a medida que alzaban la voz con trompetas y címbalos y otros instrumentos de música, y alababan a Jehová, diciendo: Porque él es bueno, porque su misericordia es para siempre; entonces la casa se llenó de una nube, la casa de Jehová. Y no podían los sacerdotes estar allí para ministrar, por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Dios” (2 Crónicas 5:13-1413It came even to pass, as the trumpeters and singers were as one, to make one sound to be heard in praising and thanking the Lord; and when they lifted up their voice with the trumpets and cymbals and instruments of music, and praised the Lord, saying, For he is good; for his mercy endureth for ever: that then the house was filled with a cloud, even the house of the Lord; 14So that the priests could not stand to minister by reason of the cloud: for the glory of the Lord had filled the house of God. (2 Chronicles 5:13‑14)). Ambos por igual son, ciertamente, típicos de aquella escena Pentecostal registrada en los Hechos: “Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen” (Hechos 2:1-41And when the day of Pentecost was fully come, they were all with one accord in one place. 2And suddenly there came a sound from heaven as of a rushing mighty wind, and it filled all the house where they were sitting. 3And there appeared unto them cloven tongues like as of fire, and it sat upon each of them. 4And they were all filled with the Holy Ghost, and began to speak with other tongues, as the Spirit gave them utterance. (Acts 2:1‑4)). Las dos cosas se combinan aquí. La casa de Dios fue formada y llenada por el descenso del Espíritu Santo. En ambos casos, no obstante, era Dios tomando posesión de la casa ya hecha para Él; ya que desde este momento todos los creyentes, que en conjunto componían la habitación de Dios en el Espíritu, llegaron a ser, individualmente, Su templo, porque el Espíritu Santo habitó en ellos. Hemos hablado ya de la significancia de la habitación de Dios en la tierra (véase Éxodo 25:88And let them make me a sanctuary; that I may dwell among them. (Exodus 25:8)), y señalamos, entonces, que Su casa, en cada dispensación, señala hacia adelante, al estado eterno cuando el tabernáculo de Dios estará con los hombres, y Su gloria llenará toda la escena (Apocalipsis 21).
Además, la nube de la presencia de Jehová llegó a ser, también, la guía de Su pueblo a través del desierto. “La nube de Jehová estaba de día sobre el tabernáculo, y el fuego estaba de noche sobre él, a vista de toda la casa de Israel, en todas sus jornadas” (Éxodo 40:3838For the cloud of the Lord was upon the tabernacle by day, and fire was on it by night, in the sight of all the house of Israel, throughout all their journeys. (Exodus 40:38); véase también Números 9). Por tanto, ellos sólo necesitaron mantener sus ojos en la nube; ya que, “cuando la nube se alzaba del tabernáculo, los hijos de Israel se movían en todas sus jornadas; pero si la nube no se alzaba, no se movían hasta el día en que ella se alzaba” (Éxodo 40:36-3736And when the cloud was taken up from over the tabernacle, the children of Israel went onward in all their journeys: 37But if the cloud were not taken up, then they journeyed not till the day that it was taken up. (Exodus 40:36‑37)). Jehová se encargó así de Su pueblo. Los había visitado en su aflicción en Egipto; Él los había sacado con mano fuerte y con brazo extendido; y los había conducido al desierto a través del Mar Rojo. Pero Él mismo les conduciría “por camino derecho, para que viniesen a ciudad habitable” (Salmo 107:77And he led them forth by the right way, that they might go to a city of habitation. (Psalm 107:7)). “¡Dichoso”, podríamos exclamar también, “ el pueblo a quien así sucede; sí, dichoso el pueblo cuyo Dios es Jehová!” (Salmo 144:15,15Happy is that people, that is in such a case: yea, happy is that people, whose God is the Lord. (Psalm 144:15) VM). Porque ciertamente no había nada que faltase ahora para la bendición de Israel. Jehová estaba en medio de ellos. La nube de Su presencia reposaba sobre el Tabernáculo, y Su gloria lo llenaba. Fue, en efecto, un breve período de bendición pura —el cumplimiento de los deseos de Dios de rodearse con Su pueblo redimido. En otros libros se relata cuan pronto esta brillante y hermosa escena fue empañada; pero el hecho mismo de que Éxodo termine así es profético del tiempo cuando “¡  ... el tabernáculo de Dios” estará “con los hombres, y él habitará con ellos, y ellos serán pueblos suyos, y el mismo Dios con ellos estará, como Dios suyo! Y limpiará toda lágrima de los ojos de ellos; y la muerte no será más; ni habrá más gemido, ni clamor, ni dolor; porque las cosas de antes han pasado ya” (Apocalipsis 21:3-4,3And I heard a great voice out of heaven saying, Behold, the tabernacle of God is with men, and he will dwell with them, and they shall be his people, and God himself shall be with them, and be their God. 4And God shall wipe away all tears from their eyes; and there shall be no more death, neither sorrow, nor crying, neither shall there be any more pain: for the former things are passed away. (Revelation 21:3‑4) VM).