Evidencias Que Indican un Intervalo en Genesis 1

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Hay una serie de pruebas internas dentro de la propia historia de la creación que confirman que existe de hecho un intervalo entre la creación original y la reconstrucción de la tierra.
Evidencia Exegética
Uno de los grandes principios para una adecuada exégesis bíblica es que debemos interpretar la Escritura en la luz de todas las demás Escrituras. Esto es esencialmente a lo que se refería el apóstol Pedro cuando dijo que ninguna “Escritura es de particular interpretación” (2 Pedro 1:20). Esto significa que no es correcto aislar un pasaje de la Escritura del resto de la Palabra de Dios y pensar que tendremos su significado completo contenido en ese pasaje. La nota al rodapié de la traducción de J. N. Darby en 2 Pedro 1:20 dice: “Uno casi podría decir: ‘ninguna profecía se explica a sí misma’”. De manera similar, el Sr. G. Campbell Morgan dijo: “Se necesita toda la Biblia para explicar cualquier pasaje de la Biblia”. Así, debemos tener la luz de todas las Escrituras iluminando cualquier pasaje que estemos considerando para poder comprender correctamente el significado pleno de ese pasaje. Por lo tanto, debemos recurrir a otros pasajes de la Escritura que hablan sobre la creación para obtener una comprensión correcta de Génesis 1. Hacemos referencia a cuatro de estos pasajes:
Isaías 45:18
ISAÍAS 45:18 dice: “Porque así dijo Jehová, que creó los cielos, él es Dios, el que formó la tierra, el que la hizo y la compuso; no la creó en vano [baldía], para que fuese habitada la creó”. La palabra traducida “en vano [baldía]” en este verso (“tohu” en hebreo) es la misma palabra que se usa en Génesis 1:2, traducida como “desordenada” en la Reina-Valera Antigua. Por lo tanto, cuando Génesis 1:2 dice que la tierra estaba “desordenada y vacía; y las tinieblas estaban sobre la haz del abismo”, no podría estar refiriéndose a la acción inicial de Dios de la creación, porque Isaías 45:18 declara que Dios no la creó de esa manera, es decir con material “baldío”. El Sr. W. Kelly dijo: Dios no creó simplemente una masa de materia prima no acabada”. Dado que esto es así, está claro que Génesis 1:2 es una descripción del estado en el que cayó la tierra después de su creación.
Como regla general, cuando Dios crea, es algo perfecto y completo. No comienza con una masa de elementos y luego construye un producto terminado en una serie de pasos. Pero cuando Él hace (como en la reconstrucción de la tierra) a menudo es así; Él construye una cosa tras otra hasta que Su obra llega a la culminación. Siendo este el caso, Génesis 1:2 no podría ser la descripción de la obra creativa de Dios porque Él no crea de manera incompleta. El Sr. W. Scott enfatiza este punto en su libro “Los dos árboles del paraíso” (página 5): “La escena de desolación absoluta, descrita gráficamente en el segundo versículo de la Biblia, no fue la obra creadora de Dios, porque su obra [creativa] es perfecta”. También señala que la declaración frecuentemente usada: “en seis días creó Jehová los cielos y la tierra”, no se encuentra en la Escritura. La Biblia dice: “Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra” (Éxodo 20:11; 31:17).
Una mirada más cercana a Génesis 1:2 muestra una condición triple por la cual pasó la tierra: desorden, vacío y oscuridad. La palabra traducida “estaba” (“hay'thah” en hebreo) en la Reina-Valera Antigua, según muchos estudiosos, podría también traducirse “se volvió”. [Nota del traductor: la versión Reina-Valera Antigua dice correctamente “estaba” y no “era”; estas dos palabras no se distinguen en inglés, que simplemente usa la palabra “was”]. Por ejemplo, J. N. Darby dijo: “No creo que “hay'thah” (“was”) aquí se refiera a una simple existencia, sino que “se convirtió” ... en un estado al cual había pasado” (“Notes and Comments on Scripture”, vol. 1, página 111). El pasaje, por lo tanto, podría leerse, “Y la tierra se volvió desordenada y vacía”.
“Se volvió” indica que hubo un cambio de condición en lo que Dios había creado, y por lo tanto confirma que Él no creó la tierra en un estado de caos. Hay 17 lugares en la traducción en inglés King James del libro de Génesis donde esta palabra (“hay'thah”) ha sido traducida “se volvió”. No sabemos por qué los traductores de la traducción King James eligieron usar “was” en Génesis 1:2, cuando traducen la misma palabra como “se volvió” en muchos otros lugares en Génesis. La Nueva Versión Internacional (una traducción favorita de muchos Creacionistas de la Tierra Joven) afirma en una nota al rodapié que la traducción alternativa para “was” es “se volvió”.
A menudo se ha preguntado que, si Génesis 1:2 está describiendo un estado caído, ¿quién, o qué lo causó? La Escritura guarda silencio en cuanto a una declaración directa sobre esto. Sin embargo, la respuesta a esta pregunta puede que se encuentre en las palabras “desordenada” (“tohu”) y “vacía” (“bohu”). Es significativo que en cada uno de los otros cinco lugares de la Biblia donde se usan estas palabras, siempre son el resultado de un acto de juicio en relación con el pecado (Isaías 24:1; 34:11; 45:18; Jeremías 4:23; Nahúm 2:10). Por lo tanto, sería seguro y en consonancia con toda la Escritura si concluimos que este es el caso aquí en Génesis 1:2.
Pero, ¿qué juicio sería éste, y sobre quién o qué? Partiendo de las referencias anteriores podemos deducir que esto sería algo que resultó de las operaciones pecaminosas de Satanás, porque en la medida de lo que revela la Escritura, él y sus ángeles eran las únicas criaturas en existencia entonces con tal poder de obrar pecaminosamente. Puesto que es el carácter de Satanás el echar a perder y corromper todo lo que Dios hace, podemos deducir que, después de ser expulsado de la morada de Dios (Ezequiel 28:11-19), él corrompió la tierra, y Dios cerró toda la escena con un acto de juicio. No podemos afirmar enfáticamente que esta es la causa del estado caído y caótico de la tierra, pero es coherente con el curso de la Escritura.
Los que abogan por la idea de una “tierra joven” rechazan esto porque, para que hubiese muerte y juicio, tenía que haber pecado, y el pecado (según ellos piensan) no existió hasta que Adán cayó (Génesis 3). Ellos citan a Romanos 5:12 para apoyar esto. Sin embargo, Romanos 5:12 no se refiere al pecado y muerte que entraron a la creación primitiva, sino al pecado y muerte que entraron a la raza humana (el mundo Adámico). Es un error pensar que el pecado no existió hasta que Adán cayó. El apóstol Juan nos dice que Satanás pecó en “el principio” (1 Juan 3:8). Él y sus ángeles fueron los primeros pecadores, y consecuentemente, fueron expulsados del cielo. Esto se puede ver en el hecho de que él estaba en el jardín del Edén obrando pecaminosamente, mintiendo y engañando a la mujer antes de que ella y su esposo pecaran contra Dios (Génesis 3:1-7). En Romanos 5:12, Pablo simplemente está haciendo un recuento de la entrada del pecado en la raza humana; Juan se remonta al origen del pecado.
A pesar de esto, los Creacionistas de la Tierra Joven rechazan la idea de que había pecado y muerte antes de Adán pecar porque Génesis 1:31 dice: “Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera”. Ellos no creen que Dios podría decir esto estando la corteza terrestre llena de fósiles con los signos de la enfermedad, violencia, muerte y decadencia. Preguntan: “¿Cómo podría Dios llamar a eso bueno en gran manera?” Sin embargo, una lectura más cuidadosa del versículo muestra que Dios estaba pronunciando esto en cuanto a lo que había “hecho” en los seis días de la reconstrucción, no en referencia a lo que se había echado a perder previamente en la creación. Dijo que “era” (o sea lo que había hecho en los seis días) “bueno en gran manera”. Una simple lectura del pasaje es todo lo que se necesita aquí.
Se ha presentado a Marcos 10:6 como prueba de que el hombre era parte de la creación mencionada en Génesis 1:1. Sin embargo, el “principio de la creación”, del cual el Señor habla en Marcos 10:6, no es el comienzo creativo de los cielos y la tierra, sino donde tuvo comienzo la creación del hombre (Génesis 1:26-27).
Hebreos 11:3
HEBREOS 11:3 declara: “Por la fe entendemos haber sido compuestos los siglos [el universo] por la Palabra de Dios”. La palabra “compuestos” o “componer” (“katartizo” en griego) significa “reparar” o “arreglar” (Strong’s), “ordenar nuevamente” (Liddell and Scott), o a algo “ajustado” (Nestle). La misma palabra se usa en Mateo 4:21 y Marcos 1:19 y es traducida como “remendaban” y “aderezaban” en la Reina-Valera Antigua. En Gálatas 6:1, esta palabra se traduce como “restaurad”. Por lo tanto, este versículo indica que Dios reparó o restauró lo que había creado previamente. El hecho de que necesitaba una reparación muestra claramente que había entrado en un estado caótico.
2 Pedro 3:5
2 PeDRO 3:5 declara: “Porque ellos ignoran voluntariamente, que por la palabra de Dios los cielos fueron en el tiempo antiguo, y la tierra saliendo del agua y en el agua” (traducción King James en inglés). En este pasaje, Pedro responde a la ignorancia de los infieles que, burlándose, insisten en que todo ha permanecido igual desde el comienzo de la creación (versículo 4). Él muestra que ha habido dos intervenciones catastróficas mundiales de Dios en juicio en el pasado (versículos 5 y 6), y que viene una tercera (versículo 7). El versículo 5 hace una referencia al juicio que dejó a la tierra en el estado caótico descrito en Génesis 1:2, el versículo 6 se refiere al juicio del diluvio en los días de Noé, y el versículo 7 describe el juicio futuro después del Milenio, al final de los tiempos. No obstante, los Creacionistas de la Tierra Joven insisten en que los versículos 5-6 se refieren al diluvio. El versículo 6 ciertamente lo hace, pero el versículo 5 no podría hacerlo. Todo el que conoce la historia del diluvio sabe que las aguas del diluvio cubrieron las montañas más altas (Génesis 7:18-20); no había pedazos de tierra “saliendo del agua”, como el verso 5 indica. El versículo 5, por lo tanto, debe estar refiriéndose a algo más. Como lo que se describe en el versículo 5 se menciona antes de la descripción del diluvio en el versículo 6, ¿a qué otra cosa en los primeros seis capítulos de Génesis podría referirse sino a Génesis 1:2?
La descripción de la tierra en 2 Pedro 3:5 puede que no se parezca a lo que se establece en Génesis 1:2 cuando se comparan, pero en realidad no hay dificultad en reconciliar los dos pasajes cuando recordamos que la Biblia es una revelación progresiva de la verdad. Lo que ha sido dado en el Antiguo Testamento a menudo ha sido expandido en el Nuevo, donde se ve con más detalle. Por ejemplo, se da más en 2 Timoteo 3:8 acerca de los magos egipcios que resistieron a Moisés, lo cual no habríamos conocido teniendo sólo el Antiguo Testamento. Del mismo modo, 2 Pedro 3:5 amplifica Génesis 1:2. Al leer el relato en Génesis 1, podríamos haber pensado que el agua cubría la tierra por completo, pero 2 Pedro 3:5 nos dice que había partes de la tierra que estaban sumergidas y otras no. Mirando más de cerca a Génesis 1:2, vemos que no dice que la tierra estaba totalmente cubierta de agua; es una suposición decir que era así. Se podría argumentar que no lo estaba hasta el tercer día en que la tierra apareció. Una vez más, la Escritura no dice esto; dice que se descubrió la “seca” en el día tercero. Comparando a Génesis 1:2 Con 2 Peter 3:55For this they willingly are ignorant of, that by the word of God the heavens were of old, and the earth standing out of the water and in the water: (2 Peter 3:5) aprendemos que cuando la tierra estuvo “desordenada y vacía”, se encontraba en estado lacustre (parcialmente sumergida).
W. Kelly comentó: “El pasaje que tenemos por delante [2 Pedro 3:5-6] es aplicado por algunos sólo a la constitución primitiva de la tierra, por otros al diluvio. Es evidente que el apóstol mira sucesivamente a cada uno” (The Second Epistle of Peter, pág. 165).
GENESIS 2:44These are the generations of the heavens and of the earth when they were created, in the day that the Lord God made the earth and the heavens, (Genesis 2:4) es un resumen divinamente inspirado del recuento de la creación. Dice: “Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos”. La obra de Dios es declarada dos veces aquí. Primero, en relación con lo que Él “creó” en el pasado sin fecha determinada. (Nota: Aquí los cielos son mencionados antes de la tierra, que es el orden en Génesis 1:1). Luego, en segundo lugar, la obra de Dios es mencionada en relación con las cosas que Él “hizo”. (Nota: Aquí la tierra es mencionada antes de los cielos, que es el orden de la obra de Dios en los seis días de la reconstrucción en Génesis 1:3-31). Refiriéndose a estas cosas de esta manera tan precisa, el Espíritu de Dios claramente indica que el recuento contiene dos obras distintas de Dios.
W. Kelly concluye sus comentarios sobre este tema diciendo: “La idea común de colocar a la creación del mundo a unos seis mil años es un simple error. La Biblia no es responsable en ninguna manera de ello. ¿Dónde dice la Escritura esto, o siquiera algo parecido?” (“The Creation, pág. 11)
Evidencia Estructural [del Pasaje]
Las Escrituras fueron escritas con cuidado y precisión (inspiradas divinamente), y deben estudiarse de esa manera: “mandato sobre mandato ... línea sobre línea” (Isaías 28:10). Esto significa que debemos prestar atención a los detalles más pequeños de la Palabra de Dios. El estudiante de las Escrituras también está llamado a “trazar bien la Palabra de verdad” (2 Timoteo 2:15). Esto significa que la Palabra de Dios tiene divisiones y que debemos observar esas divisiones al tratar de obtener una comprensión de la verdad. Los temas son seccionados por las recurrencias de ciertos términos y frases que marcan párrafos unificados de pensamiento. Estos deben ser notados por el estudiante de la Biblia. Un ejemplo de esto se puede ver en los cinco libros de los Salmos; cada libro está marcado cuidadosamente teniendo al final las frases “Amén y Amén” o “Alabe a JAH” (Salmo 41:13; 72:19; 89:52; 106:48; 150:6).
La primera división en la Palabra de Dios que los estudiantes de las Escrituras deben tener en cuenta está entre Génesis 1:2 y Génesis 1:3. La estructura misma del relato bíblico así lo indica. Esto puede verse al notar que los seis días en el pasaje están separados por dos frases recurrentes que indican el comienzo y el final de cada día. El primer día comienza con “Y dijo Dios”, y termina con: “Y fue la tarde y la mañana un día”. Estas dos frases repetitivas indican el inicio y el fin de cada uno de los días. Este patrón continúa a través del recuento. Muestra claramente que el primer día comienza en el verso 3, y no en el verso 1, como dicen los Creacionistas de la Tierra Joven. Enseñar de otra manera es hacer caso omiso a este patrón que Dios ha establecido en Su Palabra.
Esto muestra que los dos primeros versos son un párrafo separado de lo que sigue en el resto del capítulo. Por lo tanto, las cosas mencionadas en los dos primeros versículos, son acciones que claramente no ocurrieron al mismo tiempo que las cosas indicadas en el resto del capítulo. Esta división en el texto indica una brecha entre las dos obras de Dios de crear y reconstruir, sin especificar de cuánto tiempo fue este intervalo.
Evidencia Gramatical
G. V. Wigram señala en su artículo, “Examination of the Hebrew Bible as to the Structure and Idiom of the Language” [Un Examen de la Biblia Hebraica en Cuanto a la Estructura y Lenguaje del Idioma], que hay un cambio significativo en los tiempos verbales en Génesis 1, y que este cambio indica una nueva obra de Dios a partir del versículo 3 (“Memorials of the Ministry of G. V. Wigram,” vol. 2, págs. 161-169).
Él señala que los versículos 1-2 están expresados como acciones pasadas, mientras que los versículos 3-31 son acciones presentes. Este cambio de tiempos verbales en el texto indica que los versículos 1-2 forman un párrafo por sí solos. El Sr. Wigram afirma que “creó” y “estaba [se volvió]” son verbos en “el tiempo pasado perfecto. Luego, él muestra que los versículos 3-31 indican una nueva acción de Dios, enfatizada por un cambio al tiempo presente. Este tiempo presente continúa en todo lo que resta del capítulo. Él dice que los versículos 3, 6, 9, 14, etc., podrían ser traducidos con más precisión como, “Y dice Dios, Sea la luz...” y, “ve Dios que la luz es buena...”. Además, los versículos 5, 8, 13, 19, 23, 31 deberían ser, “Y es la tarde y la mañana un día...”. Esto demuestra que, al escribir el relato de la creación, el Espíritu de Dios estaba indicando claramente un cambio. El Sr. Wigram concluyó: “Cualquiera que considere el asunto verá que es el comienzo de un párrafo completamente nuevo”. Esta evidencia nuevamente apunta a una mudanza en los tratos de Dios de Su creación original de la tierra (versículo 1) a Su reconstrucción de la tierra actual (versículos 3-31).
Los que rechazan que hubo una creación original que cayó en el caos se apresuran a señalar que el versículo 3 comienza con “Y” (“waw” en hebreo). En sus mentes, esto muestra que los versículos 3-31 están conectados con los versículos 1-2 y, por lo tanto, los dos primeros versículos son parte del primer día. Sin embargo, la palabra “Y” (“waw”) no está en el texto hebreo en el versículo 3 como un conjuntivo aparte. Se adjunta y forma parte de la palabra traducida “dijo”, y por lo tanto se podría traducir como una disyuntiva: “Entonces dijo Dios...” (NKJV; NASB; NLT; NRSV; Biblia Interlinear J. Green, Wycliffe Bible Committee, etc.). Esto apoya el pensamiento de una nueva partida de Dios sin conectarlo necesariamente con los versículos anteriores. La elección de colocar “Y” al principio del verso 3 ha llevado a algunos a confundirse, pensando que el capítulo es todo un proceso continuo de creación, lo cual no es.
La Evidencia de la Enseñanza Típica del Pasaje
F. W. Grant señala que el patrón visto en Génesis 1 – o sea, la generación (versículo 1), la degeneración (versículo 2), y la regeneración (versículos 3-31) – es consistente con el patrón de los caminos de Dios para con los hombres en otras partes de la Escritura. Por lo tanto, la tipología en el capítulo respalda la interpretación de que hubo una creación original de Dios que fue destruida, y luego, después de una cantidad de tiempo no revelada (un intervalo), Él hizo la tierra y los cielos actuales.
Hay dos formas en que la tipología del recuento se puede interpretar. En primer lugar, puede ser interpretado como la representación de la obra moral de Dios en las almas de los hombres – desde el nuevo nacimiento y la salvación hasta su crecimiento y desarrollo pleno en la verdad. Esta es la manera en la que el apóstol Pablo habla en cuanto a Génesis 1 en 2 Corintios 4:6. Él dice: “Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo”. Él correlaciona los movimientos de Dios en la reconstrucción de la tierra con las obras divinas en los corazones de los hombres caídos para llevarles a la salvación, lo que demuestra que Génesis 1 puede ser interpretado por su significado tipológico.
Así como la creación original de Dios, habiendo sido establecida en su antigua belleza, fue juzgada como resultado de las operaciones de Satanás, también la raza humana ha seguido el mismo curso. El hombre fue establecido en una condición sin pecado en el jardín del Edén, pero fue corrompido por la obra de Satanás. Siendo entonces un pecador responsable, el hombre vino a estar bajo el juicio de Dios (Génesis 2:16-17; 3:17-19; Eclesiastés 7:29). La condición de “tinieblas” que se extendía sobre toda la escena representa la oscuridad moral y espiritual que ha envuelto a la raza caída del hombre (Lucas 22:53; Hechos 26:18; 2 Corintios 4:4; Efesios 4:18; Colosenses 1:13).
El registro de Génesis nos dice que Dios no dejó a la creación en un estado baldío. En el día primero, Él comenzó a obrar para la regeneración emprendiendo una renovación masiva de la tierra. Él utilizó dos agentes para lograr esto: el Espíritu de Dios (“Y el Espíritu de Dios se movía...”) y la Palabra de Dios (“Y Dios dijo...”). Esto es exactamente lo que Dios ha hecho con ciertas personas (los creyentes) en la raza caída de Adán. Él ha comenzado una obra moral y espiritual en las personas, por la cual son recuperados de su condición caída y son bendecidos. El comienzo de este proceso de operación divina en las almas se llama nuevo nacimiento (Juan 3:3-8; Santiago 1:18; 1 Pedro 1:23-25) o vivificación (Efesios 2:1-5; Colosenses 2:13). Es una operación únicamente divina por la cual Dios usa los mismos dos agentes que usó en la reconstrucción de la tierra (Juan 3:5). El Espíritu de Dios aplica la Palabra de Dios a las almas y, por lo tanto, les comunica la vida divina. Así como la “luz” fue el primer efecto en la obra de Dios en la reconstrucción de la tierra, también la luz espiritual es el primer efecto en las almas nacidas de nuevo. A esto se refería Pablo en 2 Corintios 4:6 cuando dijo: “Dios resplandeció en nuestros corazones”. Las personas que son nacidas de Dios son capaces por primera vez de “ver el reino de Dios”, y, por lo tanto, tienen la capacidad de entender temas divinos (Juan 3:3). Por lo tanto, el día primero (versículos 3-5) corresponde a la obra de Dios en el nuevo nacimiento.
En el día segundo (versículos 6-8), fue hecha una “expansión” (la atmósfera) para que el hombre respirase, y así, él pudiese “vivir y moverse” en comunión con Dios (Hechos 17:28). Sin embargo, en ese momento, no había hombres para beneficiarse de lo que Dios había hecho. Si bien este fue un paso necesario en el proceso de reconstrucción, Dios no llama a este período “bueno”. (Es el único día en que no es pronunciado así). Quizás la razón de esto radica en lo que el segundo día representa tipológicamente. En este punto, se menciona aire y agua, pero no tierra. Había “aguas que estaban debajo de la expansión” y “aguas que estaban sobre la expansión”, pero no había tierra firme sobre la cual el hombre pudiera poner su pie. Quizás responde al estado inestable del alma representado en Romanos 7:14-24, en el que una persona ha nacido de Dios (teniendo vida y cierto grado de luz) pero no tiene una comprensión clara de la obra consumada de Cristo en la redención. Por lo tanto, no hay nada sólido sobre lo cual el alma pueda descansar espiritualmente. Si bien es una experiencia necesaria por la que las almas pasan para alcanzar la liberación, no es un estado en el que Dios se deleite en ver a Sus hijos. Por lo tanto, no lo llama bueno.
En el tercer día (versículos 9-13), Dios proporcionó una base sólida sobre la cual los hombres podían estar de pie y dar fruto para Dios. Hizo aparecer “la seca” reuniendo las aguas “en un lugar”. Ha sido sugerido que este lugar, en sentido figurado, fue la cruz. Fue allí donde las aguas del juicio se reunieron y abatieron contra el Señor Jesús (Amós 5:24; Salmo 42:7; Salmo 88:6-7, etc.), y como resultado, fue establecido el terreno de la redención. La tierra seca habla (tipológicamente) del fundamento que Dios pone en los creyentes al descansar por fe en la muerte y resurrección de Cristo, el cual tipifica el tercer día. El Sr. F. W. Grant declara que Romanos 8 representa este estado sólido en los creyentes. Como resultado de esta acción, en el tercer día hubo una progresión de la vida, desde la hierba verde hasta la hierba que da simiente (los arbustos) y los árboles. Representa el crecimiento que debería resultar en la vida de los creyentes que entienden su posición en Cristo y que disfrutan de la liberación.
En el cuarto día (versículos 14-19), el sol, la luna y las estrellas fueron establecidas en sus respectivos lugares en el cielo. Dado que los cielos no fueron tocados por la agitación que se extendió en la tierra en el versículo 2, cuando Dios hizo las lumbreras celestiales en el cielo en este cuarto día, fue un nuevo reposicionamiento de ellas en relación con la tierra (Salmo 74:16, “aparejaste” o “designaste” según la nota al rodapié de la traducción English Standard Version; Salmo 104:19). Todo esto fue hecho con miras al bien y a la bendición de los hombres que iban a habitar la tierra. El propósito de estos orbes celestiales era dar luz a la tierra y también para medir el tiempo. (Los científicos nos dicen que la tierra está colocada en un lugar insignificante dentro de una galaxia insignificante en el universo; pero estos versículos muestran que la tierra es el centro moral de Dios en el universo). Del mismo modo, después de que un creyente ha sido establecido por la fe en el firme fundamento de la muerte y resurrección de Cristo, Dios coloca ante él objetos y bendiciones celestiales que son suyos para contemplar y disfrutar en Cristo. Dios usa esas cosas celestiales como luz para ordenar el curso del creyente en la tierra. Las epístolas a los Efesios y a los Colosenses se centran particularmente en este lado celestial de las cosas.
En el quinto día (versículos 20-23), surgieron formas de vida superiores, y por primera vez en el proceso de reconstrucción, Dios creó: Él creó criaturas vivientes y las bendijo. En cuanto a la aplicación espiritual, esto sugiere que Dios ha otorgado a los cristianos una vida con mayores privilegios que la que se les ha dado a otras formas de vida, incluso a los ángeles y a los santos de otras edades.
En el sexto día (versículos 24-31), Dios alcanzó el pináculo de su obra al crear, hacer y formar a Adán y Eva. Ellos fueron luego establecidos en la tierra en comunión Consigo mismo. Esto sugiere la obra de Dios de regular los afectos de los creyentes hacia Él y entre ellos, en una comunión inteligente. Dado que una comunidad de santos habitando en el amor de Dios es el pináculo de la experiencia cristiana, es apropiado que Dios completara Su obra ese día con este toque final.
El séptimo día (Génesis 2:1-3), Dios descansó en comunión con sus criaturas.
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La otra forma en que el pasaje puede interpretarse tipológicamente es dispensacionalmente – o más bien en cuanto a “los tiempos de los siglos [las edades del tiempo]” (2 Timoteo 1:9; Tito 1:2 – traducción J. N. Darby). Nuevamente, se produce el mismo orden de generación, degeneración y regeneración. El capítulo presenta un bosquejo de los caminos de Dios con las personas a lo largo del tiempo. Es apropiado que esto se dé al comienzo de la Palabra de Dios (Hechos 15:18).
•  La creación original en su belleza original, antes de la destrucción de la tierra, representa la era de la inocencia (antes de la caída en Génesis 3), cuando el hombre fue puesto sobre la tierra en un estado sin pecado.
•  El primer día correspondería a la época después de que el hombre pecó, cuando él y su posteridad adquirieron la luz de la conciencia.
•  El segundo día corresponde a la edad después del diluvio cuando los hombres fueron sometidos al gobierno humano, pero con mucha inestabilidad.
•  El tercer día, en el que la tierra se levantó de las aguas, representa el surgimiento de Israel (la tierra) de entre las naciones gentiles (los mares), a través del llamado de Abraham y su familia.
•  En el cuarto día las lumbreras en los cielos (el sol y la luna) fueron colocadas en sus lugares. Esto tipifica a la Iglesia (la luna) llamada a existir en relación con Cristo (el sol) como Su cuerpo – una compañía celestial de creyentes.
•  En el quinto día hubo turbación en las aguas, pero de ello salió bendición. Esto habla de los tiempos difíciles de la Gran Tribulación por los que pasarán Israel y las naciones gentiles (Jeremías 30:7; Marcos 13:8) antes de alcanzar la bendición.
•  El sexto día representa el día milenario cuando Cristo y la Iglesia (los antitipos de Adán y Eva) tendrán dominio sobre el universo.
•  El séptimo día corresponde al descanso eterno de Dios.1
Nuestro punto al delinear ambos temas de enseñanza tipológica en el capítulo (tanto moral como dispensacional) es mostrar que ambas aplicaciones siguen el mismo patrón de generación, degeneración, y regeneración. Y, si este patrón no estuviera en el texto, como dicen los Creacionistas de la Tierra Joven, entonces la enseñanza tipológica del pasaje se volvería nula y sin efecto. La interpretación de la “Tierra Joven” destruye la tipología en el pasaje y, por lo tanto, no puede ser correcta.
La Evidencia del Criterio de los Eruditos Masoréticos
El texto hebreo masorético de Génesis 1 indica una división en los versículos 1-2. Esos antiguos eruditos judíos incorporaron pequeños indicadores en el texto para ayudar al lector en la pronunciación e interpretación. Es significativo que hayan insertado una pequeña marca (llamada “Rebhia”) después de los versículos 1-2. Sirve para informar al lector que hay un descanso en ese punto de la narración. Estas Rebhias no están en los manuscritos originales y, por lo tanto, solo representan la consideración de los maestros masoréticos, pero su juicio académico debería tener cierto peso en este asunto.
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En resumen, estas evidencias de cierto indican un intervalo entre las dos obras de creación y reconstrucción de Dios en Génesis 1. Por lo tanto, estamos persuadidos de que el intervalo no es una “teoría”, sino que es algo que tiene respaldo bíblico.
¡Puede Haber Dos Intervalos!
Walter Scott, E. Schuyler English, y otros, sugieren que muy bien puede haber dos intervalos. No son dogmáticos acerca de esto, pero lo sugieren para mostrar que realmente no podemos ir más allá de lo que dicen las Escrituras. El primer verso dice que Dios creó los cielos y la tierra; no se nos dice cuánto tiempo permaneció en ese estado primitivo. De ahí el primer intervalo. Luego, se infiere que la tierra fue arrasada por algún trastorno o juicio.
Nuevamente, no se nos dice cuánto tiempo estuvo la tierra en ese estado; de ahí otro período no revelado: un segundo intervalo.
 
1. (Véase F. W. Grant, “Genesis in the Light of the New Testament” [Génesis a la Luz del Nuevo Testamento] para una explicación más completa de la enseñanza tipológica del pasaje).