Capítulo 22:6-21: Exhortaciones finales

Revelation 22:6‑21
Capítulo 22:6.— En estos últimos versículos, no sólo tenemos las exhortaciones finales del libro del Apocalipsis, sino también una conclusión adecuada para toda la Palabra de Dios.
Tres anuncios de la venida del Señor
Previamente, los ángeles y los ancianos se han dirigido a Juan para hablarle de los acontecimientos futuros, pero ahora pasan a un segundo plano y es el propio Señor quien habla. Este es un final apropiado para lo que se ha desarrollado en el libro. Él anuncia Su venida (“He aquí, vengo presto”) tres veces, de tres maneras diferentes (versículos 7,12,20). Cada exposición de Su venida tiene una aplicación tanto para el creyente como para el incrédulo.
Capítulo 22:7-11.— El primer anuncio de la venida del Señor tiene la intención de evitar que nos acomodemos en este mundo mientras esperamos que Él venga. Si “guardamos” en mente los juicios que están a punto de caer sobre el mundo, esto tendrá el efecto práctico en nuestras vidas de librarnos de la mundanalidad. Como resultado, el curso de nuestras vidas cambiará, sabiendo que el juicio viene sobre todo lo que vemos. Si entendemos esto correctamente, nuestras fuerzas no se desperdiciarán en acumular lo que está “guardado para el fuego”, sino que se utilizarán para promover la causa de Cristo en este mundo (2 Pedro 3:77But the heavens and the earth, which are now, by the same word are kept in store, reserved unto fire against the day of judgment and perdition of ungodly men. (2 Peter 3:7)).
Asombrado por lo que vio, Juan intentó adorar a los pies del ángel, pero fue reprendido por ello (versículos 8 y 9). Los ángeles no eran más que instrumentos en la instrucción de Juan en cuanto a los temas proféticos de este libro; no se les debía considerar más de lo que eran. A diferencia de las profecías del Antiguo Testamento, que estaban selladas hasta el tiempo del fin (Daniel 12:44But thou, O Daniel, shut up the words, and seal the book, even to the time of the end: many shall run to and fro, and knowledge shall be increased. (Daniel 12:4)), estas cosas no están selladas porque el regreso del Señor y los juicios consiguientes están a punto de caer sobre este mundo. Por lo tanto, el Señor dice: “No selles las palabras de la profecía de este libro; porque el tiempo está cerca” (versículo 10). Entonces todo quedará en un estado fijo. Todos serán bendecidos por Dios o estarán bajo el juicio de Dios (versículo 11).
Capítulo 22:12-15.— El segundo anuncio de la venida del Señor está relacionado con el hecho de que trae consigo Su recompensa (versículo 12). Esto es una alusión al tribunal de Cristo, que es un término amplio que implica el juicio tanto de los creyentes como de los incrédulos, pero en momentos diferentes. Los perdidos serán juzgados en la Aparición de Cristo y al final de Su reino (2 Timoteo 4:11I charge thee therefore before God, and the Lord Jesus Christ, who shall judge the quick and the dead at his appearing and his kingdom; (2 Timothy 4:1)); los creyentes recibirán sus recompensas en el tribunal, justo después de ser llevados al cielo en el Arrebatamiento, y las tendrán en exhibición en ese día milenario. Este es otro incentivo para vivir para Cristo. Nuevamente, el resultado será una condición permanente, aquellos que “laven sus ropas” (traducción J. N. Darby) en la sangre del Cordero serán bendecidos, y aquellos que no lo hagan serán condenados para siempre. (Nota del traductor: La Reina-Valera Antigua dice “guardan Sus mandamientos”, pero debería decir “lavan sus ropas” como en la versión de 1960).
Capítulo 22:16-21.— El tercer y último anuncio de la venida del Señor está calculado para suscitar sentimientos nupciales en nuestros corazones y despertar una preocupación por los perdidos para que se salven. El Señor Se presenta de dos maneras:
•  De una manera que refleja las profecías del Antiguo Testamento: “la raíz y el linaje de David” (versículo 16).
•  De una forma que está claramente característica del Nuevo Testamento: “La Estrella resplandeciente y de la mañana” (versículo 16).
Esto conmueve los afectos de la novia para pedirle al Señor que venga: “Ven” (versículo 17). “El Espíritu y la Esposa” dicen esto conjuntamente, indicando que el Espíritu de Dios ha producido este santo deseo en los santos, y se les ve como coincidiendo con la mente del Espíritu. Se hace un segundo llamamiento al resto del cielo para que se una a pedirle al Señor que venga (“ven”), y que haga que estas cosas sucedan. Estar en comunión con la mente del Espíritu no es sólo tener un deseo intenso de que el Señor venga, sino también tener un gran interés en la salvación de los perdidos. Por lo tanto, el Espíritu y la novia hacen una tercera llamada a que “vengan” los que todavía desconocen la gracia de Dios, para que tomen “el agua de la vida” y sean salvados.
Luego se hace una advertencia a cualquiera que quiera manipular “las palabras de la profecía”. Todos los que la lean deben estar en guardia de no dejar que la mente impía del hombre se entrometa en la revelación divina (versículos 18-19).
Las últimas palabras del Señor
Capítulo 22:20-21.— El Señor habla por última vez. “Ciertamente, vengo en breve”. Esto vuelve a incitar a la novia a decir con aún mayor intensidad: “Ven: Señor Jesús”. Vemos en esto la postura adecuada en la espera de la venida del Señor. La novia no pide que se produzcan los acontecimientos de esta profecía, sino que pide que venga su Señor. Mientras tanto, el Señor promete darnos la “gracia” necesaria para continuar en el camino de la fe hasta que llegue ese momento.