Capítulo 19: Un anciano, de cien años, tiene un hijo

Genesis 21
 
Génesis 21
Como Dios prometió años antes, Dios le dio a Sara un hijo; cuando Abraham tenía cien años. Ella se alegró y dijo: “Dios me ha hecho reír, para que todos los que oyen se rían conmigo”. Y su nombre era Isaac, que significa “risa cordial”.
El niño creció y el día que fue destetado, Abraham hizo una gran fiesta. Ese día Sara vio al hijo de Agar, que tal vez tenía quince años, burlándose. Entonces ella le dijo a Abraham: “Echa fuera a esta esclava y a su hijo, porque el hijo de esta esclava no será heredero de mi hijo, ni siquiera de Isaac”. A Abraham no le gustaba echarlos, pero Dios le dijo a Abraham: “En todo lo que Sara te ha dicho, escucha su voz, porque en Isaac será llamada tu simiente”. Dios entonces prometió hacer de Ismael una gran nación también.
Entonces Abraham se levantó temprano en la mañana, y tomó pan y una botella de agua, y se la dio a Agar, poniéndola sobre su hombro, y los despidió. Vagaban por el desierto; el agua en la botella se había ido, el día era caluroso, Ismael estaba muy, muy sediento. No podía caminar más, y Agar no podía soportar ver a su hijo morir de sed ante sus ojos, así que lo puso debajo de un arbusto y se alejó de él, muy lejos. Mientras Ismael estaba bajo el arbusto, ¿qué crees que hizo? Clamó a Dios. Era un chico de 14 o 15 años. ¿Crees que Dios estaba dispuesto a escuchar su clamor? Sí. Envió un ángel a Agar para decirle: “Dios ha oído la voz del muchacho”, y le mostró un pozo de agua. Agar llevó el agua a Ismael. Dios cuidó de Ismael, y lo hizo vivir en el desierto donde creció y se convirtió en arquero.
Recuerde: “El Señor está cerca de todos los que lo invocan, de todos los que lo invocan en verdad”. Además, “Todo aquel que invoque el nombre del Señor, será salvo”.