Capítulo 13

John 13
La hora del retorno del Señor al Padre había llegado. Antes de partir, el Señor indicó (simbólicamente) que el dejaría Su ministerio Mesiánico terrenal hacia Israel y empezaría un nuevo ministerio celestial (la abogacía de Cristo) por el cual serían mantenidos en comunión con Él mismo durante Su ausencia (¤ª Juan 2:1-21And the third day there was a marriage in Cana of Galilee; and the mother of Jesus was there: 2And both Jesus was called, and his disciples, to the marriage. (John 2:1‑2)). Este nuevo ministerio celestial que el Señor estaba por emprender significa otra transición de la antigua dispensación a la nueva.
Primero, el Señor se levantó “de la cena” donde estaban comiendo juntos, y Se quitó Su manto (primera parte del versículo 4). Esta era una acción simbólica indicando que Él estaba a punto de romper Su asociación exterior con aquellos del reino como el Mesías de Israel.
Segundo, Se “ciñó” con una “toalla” (segunda parte del versículo 4). Esto indicaba que en este nuevo lugar donde el Señor iba a estar en lo alto, Él tomaría el puesto de un siervo donde Él trabajaría para mantener a Su pueblo en comunión con Él.
Tercero, Él “puso agua en un lebrillo” y empezó a “lavar los pies de los discípulos” (versículo 5). Esto nos habla del uso del “agua por la Palabra” en aplicación al caminar de los creyentes. El quitar la contaminación de nuestros pies, apunta hacia el trabajo del Señor como nuestro Abogado ante el Padre al ejercitarnos a que nos juzguemos desde el punto de vista de la santidad de Dios (¤ª Juan 1:99That was the true Light, which lighteth every man that cometh into the world. (John 1:9)), lo cual nos habilita para caminar en comunión con Él (Juan 14:21, 2321He that hath my commandments, and keepeth them, he it is that loveth me: and he that loveth me shall be loved of my Father, and I will love him, and will manifest myself to him. (John 14:21)
23Jesus answered and said unto him, If a man love me, he will keep my words: and my Father will love him, and we will come unto him, and make our abode with him. (John 14:23)
).
Los resultados del ministerio de lavado de pies de parte del Señor son cuatro:
•  Disfrutamos de Su amor en comunión con Él—“parte Conmigo” (versículos 8-11).
•  Queremos traer a otros a disfrutar de Su amor—“lavar los pies los unos a los otros” (versículos 12-17).
•  Podemos discernir Su mente (discernimiento espiritual)—“os lo digo antes que se haga” (versículos 18-30).
•  Rendimos un poderoso testimonio al mundo—“En esto conocerán todos que sois Mis discípulos” (versículos 31-35).