Imaginemos por un instante dos situaciones. En la primera un grupo de personas sentadas alrededor de una mesa revisan de manera detallada unos documentos para decidir algo y por fin anuncian su decisión: la beca de honor ha sido otorgada a fulano de tal; entonces los familiares se acercan al ganador y se regocijan juntamente con él por el premio. En la segunda situación, un juez vestido solemnemente se dispone a pronunciar su veredicto, así que todos los asistentes en la corte callan y esperan la decisión, para saber si el acusado es culpable o inocente. Ahora bien, ¿a cuál de estas dos situaciones se asemeja el tribunal de Cristo para el creyente?
“Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo” (2 Corintios 5:1010For we must all appear before the judgment seat of Christ; that every one may receive the things done in his body, according to that he hath done, whether it be good or bad. (2 Corinthians 5:10)). Cada uno de nosotros somos siervos de Dios y a Él tenemos que rendirle cuentas por nuestro servicio, ya que nos ha dado dones y la capacidad para trabajar en Su obra. Así que con Su dirección empezamos a seguir Sus instrucciones, pero lastimosamente todavía tenemos lo que la palabra llama la carne y “los designios de la carne son enemistad contra Dios” (Romanos 8:77Because the carnal mind is enmity against God: for it is not subject to the law of God, neither indeed can be. (Romans 8:7)). En ocasiones, en la vida surgen motivos que no deberíamos tener y entonces actuamos con una mezcla de buenas y malas intenciones. Y es una mezcla tan confusa que a veces no distinguimos entre lo bueno y lo malo, pero Dios siempre lo ve y lo nota. Pues en Su gracia permite que atravesemos por situaciones desagradables que nos conducen a reflexionar y así evitar más problemas.
El tribunal de Cristo será un tiempo cuando Él mostrará toda Su gracia y el amor con que nos ha guiado. En Su infinita gracia nos va a premiar por todo lo que ella ha obrado en nosotros. “Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida” (2 Timoteo 4:88Henceforth there is laid up for me a crown of righteousness, which the Lord, the righteous judge, shall give me at that day: and not to me only, but unto all them also that love his appearing. (2 Timothy 4:8)). Esta es solo una de las coronas (galardones) que hay para los que le son fieles hoy en día. Al escuchar Su maravilloso obrar en nuestras vidas sentiremos admiración y agradecimiento por cuanto Él ha obrado; vale reconocer que así como un buen maestro desecha un trabajo mal hecho, el Señor también lo hará con lo que hayamos hecho mal. Sin embargo, no tendremos la misma vergüenza que tuviésemos si el tribunal de Cristo tuviera lugar hoy, pues en aquel día ya no tendremos la carne. Esto no se refiere a alguna condenación de los creyentes pues en Juan 5:2424Verily, verily, I say unto you, He that heareth my word, and believeth on him that sent me, hath everlasting life, and shall not come into condemnation; but is passed from death unto life. (John 5:24) leemos: “El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida”. Lo que allí se examinará será nuestra obra, no nuestra persona.
En cambio, para quien no se ha convertido al Señor Jesucristo, el día del juicio será atemorizante, como se puede desprender de Apocalipsis 20:11-12: “Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo... y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras”. Esto se parece más al segundo caso, cuando la persona en la sala de justicia espera su sentencia, pues la verdad es que quienes han muerto sin Cristo recibirán como pago por sus obras la segunda muerte: Y lo más doloroso de ella es la eterna separación de Cristo. No hay palabras para expresar la solemnidad de esto ... ¿Recibirás un galardón en el tribunal de Cristo o tan solo escucharás las solemnes palabras que harán eco en tus oídos para siempre: “apartaos de mí, malditos, al fuego eterno” (Mateo 25:4141Then shall he say also unto them on the left hand, Depart from me, ye cursed, into everlasting fire, prepared for the devil and his angels: (Matthew 25:41))?